Todo esto rodeados de una feria en su máximo esplendor, con un tren de la bruja donde cada vagón es una mesa completamente decorada, una noria que dentro alberga una mesa, una reproducción calcada de un tío vivo donde se podrá comer, una zona de columpios suspendidos en el aire donde también se podrán sentar los comensales para cenar e incluso una zona de circo con una simulación de jirafa que entra por una ventana.