Socialistas e independentistas siguen negociando la investidura de Salvador Illa (PSC), ahora ya con Marta Rovira (ERC) en España, tras seis años y medio fugada de la Justicia en Suiza. Así lo ha confirmado la secretaria general del partido que mantiene la presidencia en funciones de la Generalitat de Cataluña en rueda de prensa, este lunes, después de la reunión de la dirección permanente de ERC. Unas reuniones que, desde su punto de vista, no están yendo tan bien como le gustaría y, por lo tanto, hoy ha enviado un mensaje de advertencia a Illa, aspirante a hacerse con el Govern. «Hoy no soy tan optimista como la semana pasada», ha dicho Rovira. La líder de ERC ha informado de que su formación mantiene «negociaciones» y «conversaciones» con los socialistas y ha reconocido que «el ritmo de las conversaciones es bueno», pero al mismo tiempo ha advertido de que «a veces» el ritmo de las negociaciones no es suficiente. «Estoy un poco preocupada», ha apuntado, sin demasiada convicción, para añadir, ante la prensa, que «hoy no soy tan optimista como la semana pasada, la semana pasada debíamos acabar mejor de lo que empezamos» y que «el ritmo no garantiza un buen acuerdo». La estrategia de Rovira, en este asunto, pasa por cerrar preacuerdos con Illa antes de que acabe el mes con la idea de que la militancia pueda dar su opinión, básicamente, ratificar o no los posibles acuerdos con los socialistas para investir al candidato del PSC. «Debería haber algunos preacuerdos en temas que para ERC son cuestiones de país. Hemos de saber si hay agua en la piscina. Si no se avanza, nos levantaremos de la mesa de negociación», ha apuntado. Ha insistido en que «no queremos un acuerdo del último minuto que nos arrastre a una responsabilidad: que sea ERC la que asuma una repetición electoral». Y ha recordado que Illa podría intentar sumar una alternativa con Junts o bien, ha dicho, con la suma de PP y Vox. Aunque no ha querido concretar nada más sobre las negociaciones con los socialistas, Rovira sí ha recordado los cuatro asuntos clave sobre los que están hablando con el equipo del PSC. Son «las cuatro carpetas» ya conocidas: «resolución del conflicto político, el PSC ha de avanzar en la autodeterminación»; «financiación, queremos salir del régimen común para evitar el déficit fiscal que impide que los servicios públicos tengan recursos»; «reconocimiento nacional con la lengua catalana en el centro, aquí estamos trabajando con comodidad con el PSC»; y «apuesta de carácter social, apuesta para fortalecer lo que deben hacer las izquierdas». En resumen, la secretaria general de ERC, ha exigido al PSC «más ambición» para cerrar, al menos, preacuerdos sobre los cuatro puntos de negociación y el compromiso de que se cumplirán los pactos ya firmados: «Tenemos poco crédito para llegar a acuerdos con el PSC y el PSOE». Una vez que se llegue a un pacto, en caso de conseguirlo, los 8.700 militantes de ERC tendrán la opción de dar su opinión, vinculante, en principio, sobre si los 20 diputados de ERC en el Parlamento de Cataluña deben dar su apoyo a la investidura de Illa. Además, en paralelo, el PSC debe conseguir el apoyo también de los seis diputados de Sumar, para poder armar una mayoría suficiente como para que la investidura sea un éxito. Por último, preguntada por si tiene «miedo» a la vuelta de Carles Puigdemont a España, una vez solucione sus problemas con la Justicia, Rovira ha asegurado que el miedo lo ha perdido tras seis años y medio viviendo en Suiza y ha marcado distancias con el líder de Junts. «No tengo miedo del retorno de Puigdemont. Es el presidente represaliado. Si el retorno de Puigdemont supone un reto táctico para ERC, lo sabremos asumir. Solidaridad antirrepresiva, toda, pero no alimentaremos escenarios tácticos de otras fuerzas políticas. Nosotros trabajamos para el país», ha añadido.
