La sacudida del intento de asesinato que sufrió Donald Trump el pasado sábado se nota más que en ningún sitio en Milwaukee, la principal ciudad de Wisconsin. Aquí comienza este lunes la convención del Partido Republicano , una de las grandes citas del calendario electoral, que reúne a las grandes figuras conservadoras y a más de dos mil delegados venidos de todas las esquinas del país. El cónclave republicano, como el que celebrará el Partido Demócrata a mediados de agosto en Chicago, tiene el objetivo de aunar fuerzas, generar ilusión, captar la atención y, sobre todo, relanzar a sus candidatos en las elecciones del próximo noviembre. En especial, al candidato a la presidencia. El atentado al expresidente de EE.UU. –un momento histórico, cargado con la imagen icónica de Trump con la cara ensangrentada por el roce de una bala y con el puño al aire– ocurrió solo 48 horas del arranque de la convención y, de forma inevitable, afectará a todo lo que ocurra en MIlwaukee. También apunta a haber cambiado la forma en la que el propio Trump encara la cita. Antes del intento de asesinato, Trump buscaba aprovechar la debilidad aparente de su rival en la pelea por la presidencia, Joe Biden . El actual presidente tuvo un desempeño calamitoso en el debate entre candidatos de finales del mes pasado, lo que disparó las dudas sobre su edad y su capacidad cognitiva, que le persiguen desde que llegó a la Casa Blanca a comienzos de 2021. Ahora, con la imagen del atentado presente en todas las pantallas de EE.UU., Trump busca cambiar de guion . Habrá que ver cuál es el tono que domina en la convención, pero el candidato republicano aseguró en la víspera de su comienzo que había roto el discurso que tenía preparado para el jueves, el día grande de la cita, en la que el partido le unge de manera oficial como nominado a la presidencia. En una entrevista con 'The Washington Examiner', aseguró que la versión que tenía prevista de su intervención iba a dedicarse a machacar las políticas de Biden pero que «ahora va a ser un discurso completamente diferente». «El discurso va a ser muy diferente de lo que iba a ser hace dos días», insistió. «Es una oportunidad de unir a todo el país, incluso de unir al mundo entero». Trump, empresario y con olfato político afilado, sabe que no puede dejar pasar esa oportunidad. Su base leal de seguidores es abundante para ganar unas primarias, pero insuficiente para imponerse en unas elecciones. Necesita movilizar al sector moderado del partido y convencer a segmentos importantes de los independientes. El candidato republicano ya ha dado muestras en las últimas semanas de rebajar su perfil más agresivo. Su tono se ha moderado respecto a las primarias, ha mostrado distancia con el llamado Proyecto 2025 –un plan elaborado por un 'think tank' conservador con propuestas duras en asuntos como poderes presidenciales o restricciones al aborto– y ha invitado a su gran rival en primarias, Nikki Haley, a la convención. La invitación a Haley, que se convirtió en la voz de un electorado moderado que es minoritario entre los republicanos pero decisivo en noviembre, se produjo pocos días antes del atentado y mostraba un intento de cerrar cualquier división en el partido para dar un espaldarazo a Trump. La circunstancia horripilante del atentado permite al expresidente acercarse a ese electorado e incluso ir más allá. «Espero que todo esto nos acerque también a votantes independientes y otros que estén en duda sobre Trump», decía a este periódico Sharon Regan, una delegada republicana venida desde Florida. «Ahora mismo no veo ninguna desunión, todas las heridas se han cerrado », insistía desde el vestíbulo del Hyatt Regency, un hotel que acoge a parte de la organización republicana, en el centro de Milwaukee. Hasta allí llegó el domingo por la tarde el propio Trump, antes de una noche que fue tormentosa, justo lo contrario que se espera para estos cuatro días de convención, con el partido más unido que nunca y con su líder convertido en un héroe tras haber sobrevivido el atentado. El expresidente se encontró el 'downtown', el centro de Milwaukee, como un escenario fantasma , con las calles tomadas por agentes y barricadas policiales, con las aceras valladas. Las medidas de seguridad de la convención, sin embargo, no han sufrido cambios por el intento de asesinato de Trump, aseguraron las autoridades, que dicen que no hay ninguna «amenaza expresada con claridad» sobre la cita republicana. En cuanto se supo que el expresidente estaba a salvo tras el tiroteo, su campaña dejó claro que los planes de la convención seguirían adelante. Desde el lunes por la tarde, toda la atención política de EE.UU. estará concentrada aquí en Milwaukee, elegida por los republicanos porque es la principal de un estado, Wisconsin, fundamental para ganar las presidenciales . Biden ha buscado contraprogramar el inicio de la convención con una entrevista con Lester Holt, presentador estrella de la cadena NBC. Pero el presidente de EE.UU. lo tendrá difícil frente a una de las grandes revelaciones que se esperan para la primera jornada: conocer la identidad del candidato a vicepresidente que ha elegido Trump. Los cuatro favoritos en las quinielas son J.D. Vance, senador por Ohio; Marco Rubio, senador por Florida; Doug Burgum, gobernaodr de Dakota del Norte y Tim Scott, senador por Carolina del Sur. Durante los próximos cuatro días, el Partido Republicano ejecutará una coreografía ascendente de discursos de políticos, personalidades y famosos que celebrarán la figura de Trump. El miércoles será el turno del elegido para candidato a la vicepresidencia y el jueves, la traca final con Trump. Para entonces se podrá juzgar si las intenciones de unidad del líder republicano se han materializado.
