Algunas mujeres poseen una habilidad excepcional para percibir colores, gracias a fenómenos genéticos únicos.
El estudio de la relación entre la genética y la vista posee un fenómeno intrigante que ha capturado la atención de científicos: la supervisión en mujeres.
Algunas mujeres poseen una capacidad visual extraordinaria, atribuida a variaciones genéticas que afectan la percepción del color mediante la presencia de un cuarto tipo de cono en la retina.
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Existe un fenómeno fascinante en el campo de la visión, donde algunas mujeres poseen una capacidad visual superior. Esta "supervisión" se debe a la presencia de un cuarto tipo de cono en la retina, lo que les permite percibir un rango más amplio de colores que la mayoría de las personas.
Algunas mujeres poseen un cuarto tipo de cono en la retina, permitiéndoles ver un espectro más amplio de colores. (Fuente: Freepik)
De acuerdo al portal Infosalus, esta condición, conocida como tetracromatismo, es una rareza genética que hace posible que estas mujeres distingan matices de color imperceptibles para el resto.
La neurocientífica Conchi Lillo, bióloga y doctora en Neurociencias, explicó al mencionado portal que esta habilidad se debe a una variación genética que afecta a los conos, las células encargadas de la percepción del color en nuestros ojos.
En su trabajo en la Universidad de Salamanca y el Instituto de Neurociencias de Castilla y León, Lillo ha estudiado cómo esta mutación específica permite a algunas mujeres tener una percepción de color extraordinaria en su capacidad de visión.
La presencia del tetracromatismo se encuentra ligada a una mutación en el cromosoma X, lo que explica por qué es más común en mujeres.
Mientras que la mayoría de las personas tienen 3 tipos de conos (tricrómatas), estas mujeres con supervisión poseen 4 (tetracrómatas), otorgándoles una percepción de millones de colores adicionales.
Esta capacidad visual excepcional se debe a variaciones genéticas que alteran los conos responsables de la visión del color. (Fuente: Freepik)
Según Lillo, la investigación en esta área ayuda a entender mejor el funcionamiento del ojo humano y abre puertas a nuevas aplicaciones en campos como el diseño de colores y la tecnología visual.
"No es muy frecuente, pero estas mujeres en vez de distinguir un millón de gama colorímetra, lo que vemos los tricrómatas, las tetracrómatas perciben hasta 100 millones de colores distintos", explica Conchi Lillo.
"Es algo que se puede llamar supervisión, aunque no se sale del espectro visible de lo que nosotros vemos normalmente, sino que dentro de este pueden ver más matices entre los distintos colores", puntualiza.
