La descarbonización del sector industrial en España es un desafío monumental. La industria es un sector que representa aproximadamente el 15% del PIB de nuestro país, siendo además responsable del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Representa además el 24% del consumo energético final. Todo esto implica que la industria necesita atravesar un proceso de electrificación para reducir su impacto al medio ambiente. Sin embargo, la gran pregunta es cómo lograrlo sin afectar los empleos ni la competitividad del país. El sector industrial es una columna vertebral de la economía española, contribuyendo significativamente al PIB y proporcionando empleo a millones de personas. También, la industria es un sector clave por su capacidad de arrastre , es decir, su poder para que a su alrededor nazcan otros negocios. Ahí donde se establece una planta industrial aparecen también gasolineras, restaurantes viviendas.... Sin embargo, debido a su alta dependencia de combustibles fósiles y procesos intensivos en energía, la industria es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero . Industrias como la del acero, cemento, cerámica y vidrio son particularmente problemáticas debido a sus necesidades energéticas y temperaturas extremas. José Ignacio Linares, director de la cátedra de transición energética de la Universidad Pontificia Comillas, señala que la electrificación de los procesos industriales mediante energías renovables no siempre es viable para industrias termointensivas. En estos casos, es necesario explorar otras soluciones, como la sustitución de combustibles fósiles por biomasa o gases renovables, y la implementación de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCUS). La captación de CO2 puede realizarse tanto en la precombustión como en la postcombustión, y es esencial para industrias como la del cemento, donde el CO2 se libera durante el proceso de calcinación. Ignacio Crespo, socio de consultoría de KPMG en España, subraya la importancia de adoptar soluciones tecnológicas que no comprometan la operatividad y competitividad de las industrias. Entre las opciones más viables se encuentran la electrificación de procesos utilizando energía renovable, el uso de hidrógeno verde , mejoras en la eficiencia energética y la adopción de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono. Crespo también menciona que la economía circular ofrece oportunidades significativas, permitiendo el uso de residuos como recursos y promoviendo la sostenibilidad. Sandra Blázquez, directora de All4Zero y head of open innovation en Repsol, destaca tecnologías viables como la captura y uso de CO2, optimización del uso del agua, producción de hidrógeno renovable y gestión de residuos. Blázquez enfatiza que la colaboración y la innovación son cruciales para avanzar en la descarbonización sin comprometer la productividad industrial. All4Zero, liderado por ArcelorMittal, Holcim Iberia y Repsol, está desarrollando soluciones innovadoras como la desalinización de aguas residuales industriales y la producción eficiente de hidrógeno renovable mediante electrólisis alcalina. Asier Maiztegi, director de estrategia y desarrollo de negocio para la descarbonización en Tecnalia, menciona que la electrificación de procesos industriales de alta temperatura aún enfrenta desafíos técnicos significativos. Tecnologías como el calentamiento por microondas y el uso de transformadores de ultra alta tensión para hornos son prometedoras pero requieren desarrollo adicional. Maiztegi también destaca la importancia de una planificación financiera robusta y un marco regulatorio claro y estable que apoye la transición. «Es fundamental que la regulación del sector energético evolucione y madure con mayor celeridad para favorecer inversiones en infraestructuras de transporte y distribución, desarrollando los mercados de capacidad, que en coexistencia con el mercado diario existente permita junto con el almacenamiento estacionario una mayor flexibilidad al sistema», dice Uno de los mayores retos es el costo de adopción de nuevas tecnologías. Ignacio Crespo, de KPMG, menciona que iniciativas como el Perte de Descarbonización Industrial , que ofrece subvenciones y préstamos, son esenciales para mitigar estos costos. «Todavía existen desafíos técnicos y logísticos para implantar tecnologías avanzadas o menos maduras. En este caso, el factor tiempo y cómo evolucionan los desarrollos técnicos, de infraestructuras adecuadas y la necesidad de actualizar equipos y procesos pueden retrasar su adopción», dice. Sin embargo, la incertidumbre regulatoria puede desalentar la inversión en tecnologías de descarbonización. «La normativa y regulación asociada juegan un papel determinante. La falta de coherencia en las políticas medioambientales y la incertidumbre regulatoria pueden desalentar a las industrias de invertir en tecnologías de descarbonización», dice. «Es fundamental contar con un marco regulatorio claro y estable que apoye la transición hacia una industria más sostenible», añade. Por su parte, Maiztegi destaca que la insuficiente inversión en I+D+i y la financiación necesaria para escalar tecnologías renovables en proyectos demostrativos ralentiza la adopción de tecnología innovadora. Esto puede ser compensado por la adopción de tecnología no europea, lo que lleva a la necesidad de reforzar la autonomía estratégica industrial. La Ley de Industria Net Zero es un intento de fortalecer la competitividad europea mediante el desarrollo de tecnologías energéticas comenta. La transición hacia una industria descarbonizada requiere un enfoque multifacético. Además de las tecnologías específicas, es esencial contar con una estrategia integral que considere todas las externalidades y contemple la colaboración entre diferentes sectores. Sandra Blázquez resalta la importancia de pruebas de concepto y el escalado de tecnologías prometedoras, asegurando que las innovaciones puedan implementarse a gran escala. La capacitación y concienciación de la fuerza laboral también son cruciales. La transición a procesos más sostenibles requiere trabajadores capacitados en nuevas tecnologías y Asier Maiztegi subraya que una mayor disponibilidad de profesionales cualificados y la simplificación de procesos administrativos son fundamentales para acelerar esta transición. «Mejorar implicación de la administración en el diálogo social para activar inversiones asociadas al despliegue de infraestructuras para la generación, transporte y distribución constituyen elementos fundamentales para acelerar una transición energética hacia un escenario de crecimiento económico competitivo cero emisiones», comenta. La descarbonización del sector industrial en España es un reto mayúsculo que requiere un equilibrio delicado entre la sostenibilidad y la competitividad económica, como han comentado los expertos. Las industrias más contaminantes, como la del acero, cemento, cerámica y vidrio, presentan desafíos únicos debido a sus altos consumos energéticos y necesidades de temperatura. Sin embargo, con la implementación de tecnologías avanzadas , una planificación financiera robusta y un marco regulatorio claro es posible avanzar en este viaje sin comprometer el presente de las fábricas. De acuerdo con los expertos, la innovación y la adopción de soluciones transicionales serán clave para lograr una descarbonización efectiva. La economía circular, la eficiencia energética, el uso de hidrógeno verde y las tecnologías de captura y uso de CO2 son algunas de las estrategias que permitirán a la industria española reducir sus emisiones y contribuir a los objetivos de sostenibilidad globales. En última instancia, la descarbonización no es solo una necesidad ambiental sino una oportunidad para modernizar la industria y fortalecer su competitividad a largo plazo. La transición hacia una energía más sostenible es un esfuerzo colectivo que requiere el compromiso y la acción coordinada de todos los sectores de la sociedad.