Los expertos se preguntan por qué no se peinó la zona previamente. El atacante utilizó un rifle y realizó al menos ocho disparos. Pese a estar muy cerca del estrado, nadie advirtió su presencia
Apostado en un tejado, a 150 metros del estrado, apuntando a la cabeza del candidato a presidente... y fallando. Según se van conociendo las circunstancias en las que se produjo el intento de asesinato del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, van surgiendo las dudas al respecto. ¿Cómo se puedo producir un ataque de este tipo? ¿Cómo puedo actuar con tal impunidad el agresor?
Lo primero, los detalles de cómo se produjo el ataque. Un francotirador llega con tiempo suficiente al mitin, en Butler (Pennsilvania), aparca su furgoneta, saca un arma y se sube a un tejado situado a 150 metros de donde hablaba el ex presidente sin que nadie se diera cuenta.
A continuación, saca su arma y espera pacientemente el momento adecuado. A esa distancia, y con las armas disponibles en el mercado en Estados Unidos, es relativamente fácil alcanzar un blanco deseado, como han puesto de relieve varios entrevistados varios especialistas en las cadenas de televisión cuyos testimonios ha recogido la agencia Efe.
Y sabiendo que el mitin de Trump se conocía desde hace muchas semanas y no tenía nada de improvisado, resulta llamativo que los agentes del Servicio Secreto no tuvieran tiempo de peinar la zona con tiempo suficiente para descartar los riesgos de un atentado como el que ha tenido lugar.
De hecho, el director del Servicio Secreto de EE.UU., Kimberly Cheatle, ha sido citado el próximo 22 de julio para prestar testimonio. La convocatoria fue formulada a Cheatle en una carta firmada por James Cormer, director de Supervisión y Rendición de Cuentas en el Congreso, quien posteó la carta en su cuenta de X.
Cormer no deja de subrayar "la tremenda valentía" de los agentes del Servicio Secreto presentes en el acto, que protegieron a Trump, neutralizaron al agresor y evitaron mayores daños entre el numeroso público presente (solo hay dos muertos hasta el momento).
Según la cadena de televisión WTAE de Pittsburgh, el atacante aparcó su furgoneta cerca del lugar del tiroteo, y fue localizada y registrada poco después por las fuerzas de seguridad. El tirador fue abatido por el Servicio Secreto y según este medio local realizó ocho disparos con un fusil del tipo AR-15.
