La violencia volvió al centro de la política estadounidense. Donald Trump fue atacado a tiros en un acto de campaña en Pensilvania. Fue herido en su oreja derecha y se lo vio con la cara ensangrentada, pero los médicos aseguran que “está en buen estado”. Un presunto francotirador fue abatido, murió un participante del acto y otro quedó gravemente herido.