Eduardo Madina tenía entonces 38 años, cuatro menos que Pedro Sánchez , y ya había alcanzado la responsabilidad de ejercer como secretario general del Grupo Socialista, un cargo que desempeñó desde 2009, con el PSOE aún en el Gobierno, y luego en la oposición a Mariano Rajoy. El político vasco, que en 2002 sufrió un grave atentado de ETA que le dejó mutilado, mantenía buenas relaciones con el líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, y con los dos expresidentes de la formación, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero . Una circunstancia que le valió el sambenito de niño mimado del aparato. Sin embargo, fueron los aparatos entonces con más poder del partido, los de las comunidades autónomas, y singularmente...
Ver Más