Hoy, domingo 14 de julio, el santoral de la Iglesia Católica conmemora a varios beatos y santos que han formado parte de la historia del cristianismo. Además de ser una forma de honrar a los santos y beatificados, también sirve como una guía para los católicos, que pueden encontrar inspiración en las vidas y obras de estos santos.
San Camilo de Lelis nació el 25 de mayo de 1550 en Bucchianico, en la región de los Abruzos, Italia. En su juventud, se unió al ejército veneciano y luego al español, pero tuvo que retirarse debido a una enfermedad crónica en su pierna. Esta experiencia de sufrimiento lo llevó a una conversión espiritual profunda. Decidió dedicar su vida al servicio de Dios y de los enfermos.
En 1582, Camilo se trasladó a Roma y comenzó a trabajar en el hospital de Santiago de los Incurables. Notó la falta de un cuidado humano y compasivo para los enfermos, lo que lo llevó a fundar la Orden de los Ministros de los Enfermos, también conocida como los Camilos. La orden se dedicaba a cuidar a los enfermos y moribundos, con un énfasis especial en la compasión y el amor. En 1586, el Papa Sixto V aprobó oficialmente la orden, y en 1591, el Papa Gregorio XIV la elevó a una orden religiosa con votos solemnes.
San Camilo de Lelis enfrentó numerosos desafíos a lo largo de su vida, incluidos problemas de salud crónicos debido a la úlcera en su pierna. A pesar de sus dificultades físicas, continuó sirviendo a los enfermos con dedicación incansable. Sufrió mucho, pero nunca dejó que su dolor físico debilitara su espíritu de servicio y compasión.
San Camilo falleció el 14 de julio de 1614 en Roma, después de una vida de servicio dedicada a los más necesitados. Su muerte fue el resultado de su prolongada enfermedad, pero su legado de amor y cuidado hacia los enfermos continuó a través de la orden que fundó.
San Camilo de Lelis fue beatificado en 1742 por el Papa Benedicto XIV y canonizado en 1746 por el mismo Papa. En 1886, el Papa León XIII lo nombró patrono de los enfermos y hospitales, y en 1930, el Papa Pío XI lo proclamó patrón de los trabajadores de la salud.
El legado de San Camilo perdura a través de la Orden de los Camilos, que sigue dedicada al cuidado de los enfermos en todo el mundo. Su enfoque en el amor y la compasión en el cuidado de los enfermos ha influido profundamente en la práctica de la medicina y la enfermería cristiana. Su lema, "más corazón en esas manos, hermanos," sigue siendo una guía para aquellos que trabajan en la atención médica.
San Camilo es un ejemplo de cómo la fe y el amor pueden transformar el sufrimiento personal en un servicio significativo a los demás. Su fiesta se celebra el 14 de julio, y es venerado como un santo que mostró el rostro de Cristo a través de su servicio a los más necesitados.