La devoción al Carmelo está arraigada en Sevilla desde hace siglos . Con el paso del tiempo, incluso ha aumentado. Tanto es así, que en los últimos años hay más procesiones de la Virgen del Carmen que nunca, tanto por tierra como por el Guadalquivir En la tarde del 13 comenzaron las salidas de esta advocación en la ciudad con el Carmen de Santa Ana y San Leandro, siendo prolongadas hasta el domingo 21 de julio con Calatrava. El tiempo este año quiso dar una tregua y durante la tarde del sábado hubo temperaturas agradables, sobre todo desde las ocho de la tarde, hora del inicio de ambas procesiones. Era el día grande del barrio del Carmen en San Leandro . La titular iba a salir por la feligresía, una zona humilde donde la imagen de Buiza es su estandarte. Esto podía comprobarse en cada balcón, bloque y calle; todo estaba adornado según las posibilidades de cada uno. Era una auténtica muestra de amor hacia la Virgen. La Cruz Roja interpretaba el himno mientras se lanzaban cohetes durante la salida de la Virgen, que lo hizo sin la corona, ya que no cabía por la puerta del templo con la presea. Muchas personas mayores entre lágrimas, dando gracias a la imagen por poder estar este día tan emotivo un año más. Era una catequesis verlas tras el paso. La Virgen acudía al encuentro de sus vecinos. Tanto es así que transitó por la mayor parte de las calles del barrio , cruzándolas de principio a fin y más de una vez si era necesario. Fervor y devoción de una procesión que, un año más, vivió el momento culmen en la visita de la Virgen del Carmen al Hospital Universitario Virgen Macarena , centro sanitario que cumple 50 años, donde más se aferran los creyentes a la fe. Otro de los lugares destacados ocurrió en fray Luis de Granada . Fuegos artificiales, una gran petalada, sevillanas, iluminación especial, es el instante de estallido de sus hermanos y fieles de una hermandad, la del Carmen de San Leandro, que poco a poco trabaja para continuar con la terminación de su gran proyecto, el paso de la Virgen. A la otra orilla del Guadalquivir, en pleno barrio de Triana, salía la primera de las dos procesiones previstas estos días en torno a la flor del carmelo, la de Santa Ana, el fin de semana previo a la velá de la abuela del Señor. Triana es un barrio repleto de contrastes ; sea la época del año que sea, siempre tiene vida. Puedes ver un sábado de julio con las calles de Sevilla con poco ambiente, pero al cruzar el puente, todo cambia. Caía la tarde y el sol se adentraba por la calle Betis cuando la Virgen del Carmen cruzaba esta calle, una de las más emblemáticas de Triana. Olía a incienso, sonaba la música de las Cigarreras, y un paso transitaba por un lugar repleto de casetas preparadas para la Velá de Santa Ana . Algunos decidían cruzar a la zapata para hacer pádel surf, había turistas sentados en los veladores sin saber qué estaban presenciando, mientras que los sevillanos se levantaban en señal de respeto y disfrutaban de la imagen, iluminada por el último rayo de la tarde. Todo tiene cabida en un barrio marinero donde habita la Esperanza. La Virgen alcanzaba el Altozano y, antes de adentrarse en la calle San Jorge, el paso comenzaba a girar lentamente. Los hermanos mayores de las diferentes hermandades se acercaban a las andas de salida del Carmen de Santa Ana porque allí estaba Manuel Alés, uno de los artífices de la recuperación del culto a esta imagen . La salud lo obligó a dejar el cargo de hermano mayor hace unos meses, pero durante unos instantes, volvió a coger su vara, acompañado por su hijo, el delegado de Fiestas Mayores y alcalde de Triana, así como el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. Todos le quisieron dar un abrazo a Manolo muy emocionado, le entregaron una flor de la Virgen. Un sencillo gesto, un agradecimiento a un auténtico trianero que disfrutó como nunca con la Virgen del Carmen. La procesión continuó por zonas estrechas como Antillano Campos, Alfarería, Rodrigo de Triana, Rocío y Flota, en esta última hubo una petalada única en esta procesión, un lugar muy destacable, como también lo fue la entrada y salida en la capilla de los Marineros. A las doce de la noche concluía la procesión del Carmen, el jueves habrá otra mientras Triana se prepara para las fiestas de Señora Santa Ana.