El gobierno de Estados Unidos ha vuelto a tomar medidas contundentes contra China, anunciando restricciones de visa para funcionarios involucrados en la represión de minorías religiosas y étnicas. Esta no es la primera vez que Estados Unidos recurre a tales sanciones; en diversas ocasiones, ha implementado políticas similares para abordar violaciones de derechos humanos en distintas regiones del mundo.
No obstante, las nuevas restricciones se centran principalmente en la represión de la minoría uigur en Xinjiang, una región que ha sido objeto de numerosas denuncias por parte de la comunidad internacional y que, de.ido a ello, el último viernes fueron anunciadas por el Departamento de Estado.
El Departamento de Estado de EE.UU., bajo la administración de Joe Biden, ha señalado repetidamente su preocupación por la situación de los derechos humanos en China. En ese sentido, las restricciones de visa anunciadas el pasado viernes se dirigen a funcionarios responsables de implementar políticas represivas contra minorías étnicas y religiosas, especialmente en Xinjiang.
En esta región, la minoría uigur, predominantemente musulmana, ha sufrido una serie de abusos que incluyen detenciones arbitrarias, trabajos forzados y vigilancia masiva. Organizaciones de derechos humanos y varios gobiernos han calificado estas acciones como genocidio y crímenes contra la humanidad. La respuesta de Estados Unidos se enmarca en un contexto más amplio de presión internacional sobre China para que cumpla con sus obligaciones de derechos humanos.
Además de Xinjiang, otras áreas de preocupación incluyen el Tíbet y Hong Kong. Por un lado, en el Tíbet, las restricciones a la práctica religiosa y cultural tibetana han sido ampliamente documentadas. Mientras que, en Hong Kong, la imposición de la Ley de Seguridad Nacional ha llevado a una erosión significativa de las libertades civiles y la autonomía prometida bajo el principio de "un país, dos sistemas".
Las nuevas medidas de Estados Unidos implican la restricción de visas a aquellos funcionarios chinos directamente involucrados en la represión de minorías. Este anuncio, realizado por el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, subraya la intención de Washington de utilizar todas las herramientas a su disposición para responsabilizar a los perpetradores de abusos.
La "Ley para promover la resolución del conflicto entre el Tíbet y China", recientemente firmada por el presidente Biden, refuerza estas restricciones al enfocarse en proteger los derechos y el patrimonio cultural del pueblo tibetano. Esta ley también busca fomentar el diálogo entre China y los representantes tibetanos, incluido el Dalai Lama, para encontrar una solución pacífica y duradera al conflicto.
En Hong Kong, las acciones de China han generado una respuesta significativa de la comunidad internacional. En ese mismo sentido, la Ley de Seguridad Nacional ha sido criticada por su uso para silenciar a los opositores y socavar las libertades prometidas. Las nuevas restricciones de visa también apuntan a aquellos funcionarios que han implementado esta ley de manera opresiva.
