Wimbledon devuelve a la gloria a Barbora Krejcikova , 28 años y 32 del mundo, campeona en la Catedral por potencia ante una combativa Jasmine Paolini que vuelve a quedarse a las puertas de un título de Grand Slam. Tras una hora y 56 minutos, la checa convirtió en realidad los sueños que había depositado en este torneo, después de que pasaran tres años de su último triunfo en un escenario de los grandes, en Roland Garros 2021. Releva en el palmarés a su compatriota Marketa Vondrousova, que cedió la corona en la primera ronda ante Jessica Bouzas. Comenzó con fuerza la checa, dueña de una derecha descomunal, y con más aplomo en este escenario tan grande. Pues, además de ese Grand Slam individual, tiene otros diez por parejas. Y no tuvo miedo para sacar sus mejores golpes, que la llevaron en volandas a ganar el primer set casi sin oposición. Porque le costó entrar al encuentro a Paolini, sonrisa nerviosa en cada golpe porque apenas ha sido una experiencia en una pista central el último día de torneo, hace apenas un mes, en la Philippe Chatrier parisina, donde perdió con Iga Swiatek. La italiana, pura emoción en la pista, no quiso repetir la limitada actuación que experimentó, y que le dejó la polaca, y le plantó cara a los nervios. Ya al final del primer set se vio un resurgir de su carácter y de su tenis compacto, muy firme y potente. No dejaba de hablarse en cada punto, animándose y mirando a su palco en busca de alguna solución y apoyo moral. Con un par de resoplidos camino del banquillo tras perder el primer set, la italiana salió mucho mas concentrada en el segundo parcial. Desplegó su mejor tenis y no se achicó ante la contundencia de saques de la checa, que empezó a desdibujarse mientras veía crecerse a su rival. Aunque la diferencia de alturas es evidente y más en un deporte como el tenis, apeló a la alegría de su tenis para remontar la montaña que presentaba la checa. La grada, llena hasta la bandera, con celebridades como Zendaya y Tom Cruise, agradeció la batalla que plantearon las dos, cada una a su estilo y sin ceder ni un ápice ni energía ni desempeño. Muy fuertes con sus respectivos servicios (72 % la checa, 73 % la italiana), la diferencia en el tercer set fue el más efectivo juego con el riesgo de Krejcikova. No quiso que los puntos fueran demasiado largos, que ahí se hacía muy fuerte la italiana, y se empeñó en golpear a las esquinas, aceptando el juego del límite de las líneas. Un juego que le salió de cara, 28 ganadores, por 19 de la italiana, que la llevaron hasta la rotura en el séptimo juego del tercer set que la catapultó al éxito. No sin antes pelear contra sus nervios, pues cedió su saque ante la insistencia de Paolini, que jamás bajó los brazos. Pero Krejcikova se empeñó más, octavo título en su carrera, campeona por firmeza en esta pista central rendida a las dos. "Ver esta pista tan llena es un sueño convertido. Felicidades, Barbora, has hecho un tenis estupendo y te lo mereces. Los últimos dos meses han sido una locura para mí. Tengo que agradecer a mi equipo y a mi familia que me hayan empujado hasta aquí. El ambiente ha sido increíble, he sentido el amor que me habéis demostrado. Espero volver aquí, ahora estoy un poco triste, pero tengo que seguir sonriendo porque tengo que recordar que estoy en la final de Wimbledon y es un torneo que veía de pequeña, apoyando a Roger Federer, tengo que decirlo. Han sido dos semanas increíbles. Gracias a todos", se despidió Paolini, la emoción contenida en los ojos. "No tengo palabras ahora mismo. Esto es increíble. Definitivamente, el mejor día de mi carrera, y el mejor día de mi vida. Es muy difícil explicar lo que siento ahora mismo", comentó la checa. "Has jugado increíble, Jasmine, he tenido más suerte, eso es todo. Has hecho dos meses extraordinarios. Me he repetido que tenía que seguir ahí, con 5-4 y mi saque. Ha sido un gran partido y una rival muy dura". "Creo que nadie se va a creer que he ganado Wimbledon en casa. Casi no lo puedo creer ni yo. Hace dos semanas tuve un primer partido muy muy duro, tres horas y 6-5 en el tercero set. Y ahora estoy aquí, ¡soy la ganadora de Wimbledon!". No pudo continuar hablando de Jana Novotna, su exentrenadora que falleció de cáncer: "Me cambió la vida. Cuando era júnior no sabía si continuar con el tenis o volver a los estudios. Pero ella me dio las fuerzas para decir que me lo merecía, que tenía el potencial. Y siguió empujándome incluso después de fallecer, gané en Roland Garros 2021. Fue increíble para mí, pero jamás pensé que tendría el trofeo que ella ganó en 1998.