Legálitas recuerda que a la hora de contratar un seguro es necesario tener en cuenta el destino del viaje y su duración
Si tienes algún viaje planeado también deberías tener un seguro acorde para moverte con total tranquilidad durante las vacaciones, sobre todo si se trata de un destino internacional. Por este motivo, Legálitas repasa qué coberturas debe incluir un seguro de viaje y cómo se debe proceder para solicitar una reclamación.
Lo primero y más importante es saber qué coberturas es obligatorio incluir en el seguro de viaje, ya que las modalidades pueden ir desde las más básicas, que incluyen una única garantía de cancelación o pérdida de maletas, hasta otras más completas que incorporan garantías de asistencia sanitaria, repatriación o responsabilidad civil.
Aunque no existen productos en los que las coberturas incluidas sean ilimitadas, es obligatorio que en el contrato aparezcan las exclusiones y cláusulas limitativas del seguro. En este sentido, Legálitas indica que las exclusiones más comunes son las enfermedades crónicas o preexistentes en general, epidemias, guerras o diabetes, entre otras.
Además de lo anterior, también es importante fijarse en la duración del viaje y el destino, ya que hay determinados países en los que se exige un seguro con unas coberturas mínimas para entrar. Por ejemplo, en Tailandia es obligatorio contratar un seguro médico de viaje que cubra todos los tratamientos médicos por un valor mínimo de 20.000 dólares.
Normalmente, las compañías suelen establecer las tarifas por tres o cuatro disposiciones geográficas: España, Europa y países ribereños, resto del mundo excepto EEUU, Japón y Canadá. Exceptuando los países en los que obligan a contratar seguros con coberturas mínimas, como Tailandia, el asegurado podrá “negociar” las sumas, la existencia e importes de las franquicias y la contratación de coberturas complementarias.
Cuando el viaje se realice fuera de la Unión Europea es aconsejable contratar una póliza que incluya una cobertura de asistencia sanitaria con unos capitales adecuados según los costes sanitarios del país al que se viaja, así como cláusulas de asistencia legal, responsabilidad civil y repatriación. Esta última siempre es recomendable incluirla con unos límites máximos de indemnización que contemplen una suma asegurada adecuada.
Ante un incidente en un país remoto y un rechazo por parte de la entidad, la primera opción es pedir ayuda, información o colaboración a las embajadas o consulados, ya que el trámite de reclamación a las entidades aseguradoras está regulado pero sujeto a plazos y hay ciertos problemas que no se podrán resolver en poco tiempo, sobre todo si se trata de casos judicializados. Legálitas también recuerda que toda compañía está obligada a tramitar las reclamaciones de los asegurados e incluso a que sean conocidas y resueltas por un defensor del asegurado de forma rigurosa e imparcial.
En el caso de las cancelaciones, es importante saber que existen seguros de anulación que incorporan un límite de días para la contratación del seguro y que solo son válidos si se han contratado en mismo momento del viaje o en los 7 días siguientes, por lo que es fundamental exigir un ejemplar de las condiciones para asegurarse sobre el alcance del contrato.
