Foto: Ministerio de Defensa Nacional
La adquisición de los aviones Hércules por parte del Ministerio de Defensa Nacional de Uruguay ha generado una serie de controversias y críticas desde diversos sectores políticos y ciudadanos. Armando Castaingdebat, actual ministro de Defensa, reconoció recientemente que, con la perspectiva del tiempo, «no fue una buena elección» mantener uno de los aviones en Portugal por un periodo que ya alcanza los dos años.
El Frente Amplio, principal partido de oposición, ha cuestionado la compra de estos aviones debido a los múltiples inconvenientes que han presentado desde su llegada al país.
Uno de los Hércules se encuentra actualmente varado en Chile debido a problemas en el motor, el cual ya había presentado fallas en abril. El segundo avión está en Portugal para mantenimiento, pero su retorno se ha demorado significativamente debido a problemas con la empresa encargada del servicio.
En una entrevista con el programa En Perspectiva, Castaingdebat defendió la compra de los Hércules, afirmando que son superiores a los aviones que Uruguay tenía anteriormente, los cuales estaban al borde de su vida útil.
Sin embargo, reconoció que la elección del proveedor en Portugal «no fue una buena elección porque ya lleva casi dos años en Portugal. Lo tendrían que haber entregado en diciembre del año pasado y el avión sigue en Portugal, con promesa de entregarlo en octubre.»
El ministro también señaló que se está considerando una nueva licitación para adjudicar el mantenimiento de los aviones a otras empresas, mencionando posibles proveedores en Argentina, Chile y Brasil. «Hay una licitación a punto de adjudicarse, seguramente no sea la misma empresa», indicó Castaingdebat.
Castaingdebat reconoció que los problemas con los aviones Hércules son parte de un problema más amplio con la adquisición de equipos militares en Uruguay. «Todos los gobiernos de todos los partidos por una razón, Uruguay tiene aviones viejos», dijo. «La última vez que se compraron aviones nuevos en Uruguay fue en los 90 y aviones de combate en el 81.»
El ministro subrayó que, aunque idealmente sería mejor contar con aviones nuevos, la realidad financiera del país obliga a conformarse con equipos usados. «El Hércules es como un auto usado al cual hay que mantenerlo. Son muy buenos, tienen defectos menores», concluyó.
Uno de los aviones Hércules KC130-H está varado en Chile, donde se ha tenido que reemplazar uno de sus motores. El otro se encuentra en Portugal desde diciembre de 2023, y su retorno ha sido postergado repetidamente debido a problemas internos de la empresa encargada del mantenimiento.
La compra de estos aviones, que costaron 21 millones de euros, no ha cumplido con las expectativas iniciales. El exministro de Defensa, Javier García, había afirmado que los Hércules tendrían una vida útil de entre 25 y 30 años y destacó que fueron adquiridos a un precio envidiable. Sin embargo, los aviones no han sido operativos durante momentos críticos, como la crisis del agua en Uruguay.
Mantener estos aviones implica costos considerables. Según un artículo de 2022 de M24, el consumo de combustible de un Hércules es de aproximadamente 2.600 dólares por hora de vuelo, y requiere revisiones anuales que cuestan alrededor de 200.000 dólares. Las inspecciones mayores, que deben realizarse fuera del país cada nueve meses, tienen un costo de 2 millones de dólares, sin contar los imprevistos.
