Aunque muchos lo desconocen, la temperatura del agua a la hora de tomar un baño puede ser un factor determinante en la prevención de la caída del cabello.
Prevenir la caída del pelo es un desafío que muchos enfrentan, y la temperatura del agua en la ducha juega un papel fundamental en este proceso.
Un pequeño cambio en la rutina diaria puede marcar la diferencia en la lucha contra la calvicie, una preocupación que afecta tanto a hombres como a mujeres.
Junto con la temperatura del agua, otros factores menos conocidos pueden estar afectando la salud del cabello. Descubrí cómo algunos ajustes podrían pueden marcar una gran diferencia en la prevención del daño capilar.
Si bien una ducha caliente es reconfortante, especialmente en estos días de invierno, es esencial regular la temperatura para preservar la salud capilar.
El agua caliente elimina los aceites naturales del cuero cabelludo. (Fuente: Freepik)
De acuerdo con lo publicado por El Confidencial, la American Academy of Dermatology Association ha advertido sobre los riesgos de lavarse el cabello con agua muy caliente. Esto incluye la posibilidad de perder más de cien mechones al día, considerado el límite de lo normal.
Según Mark Townsend, reconocido peluquero estadounidense, el agua caliente puede deteriorar las proteínas de keratina del cabello y eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo, lo que resulta en un cabello seco y frágil, propenso a romperse.
El agua tibia es ideal para lavar el cabello, ya que es lo suficientemente agradable sin ser tan caliente como para eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo y la piel.
Townsend sugiere usar agua un poco más fría al enjuagar el cabello, ya que esto ayuda a sellar la cutícula y mantener la humedad, evitando así la rotura del cabello.
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Además de la temperatura del agua y la predisposición genética, existen otros elementos que pueden afectar negativamente la salud del cabello. El uso frecuente del secador es uno de ellos.
La exposición constante a altas temperaturas puede provocar la caída del cabello. (Fuente: Freepik)
Continuando en línea con lo expuesto por El Confidencial, según Dominic Burg, biólogo capilar, cuando el cabello está mojado, las cutículas se hinchan y se debilitan, lo que lo vuelve más susceptible a la rotura.
Secar, planchar u ondular el pelo mojado con herramientas calientes puede causar daños significativos, ya que el calor intenso puede hervir los residuos de agua dentro del cabello, provocando su quiebre.
Cualquier técnica de peinado que implique calor excesivo, como el alisado con planchas o bucleras, puede contribuir a la caída del cabello.
El especialista Mark Townsend sugiere algunos tips para evitar daños adicionales y sequedad:
Dejar secar al aire libre: evitar el uso de herramientas calientes siempre que sea posible.
Usar una toalla: eliminar el exceso de humedad antes de utilizar el secador.
Bajar la temperatura del secador: utilizar el secador a una temperatura más baja para prevenir daños.
