El día inaugural se presentó ventoso y caluroso y Valderrama lucía en todo su esplendor. Un campo difícil, de truco, en el que el conocimiento de los vientos reinantes era clave para sacar una buena tarjeta. En esas condiciones, la organización del LIV Golf buscó el mejor atractivo para los aficionados: emparejar a las dos estrellas españolas en el partido principal con la esperanza de que la experiencia de Sergio García (tres veces campeón allí) provocase el buen juego de un Jon Rahm que nunca ha podido destacar en este recorrido. Para deleite del público, los locales fueron salvando los obstáculos que se les presentaban y se sumó a la fiesta su compañero Eugenio Chacarra, que ascendió a las primeras plazas de la clasificación con total desparpajo. De esta forma se llegó a la segunda parte de la vuelta con los tres en buena disposición para protagonizar una batalla épica del agrado de los espectadores, que disfrutaban con el espectáculo que propone la nueva liga saudí. Sin embargo, ahí fue donde Valderrama sacó sus garras. Jon Rahm, que al paso por el 12 iba dos abajo, empezó a fallar de manera incomprensible con sendos 'bogeys' en este hoyo y el siguiente (con tres 'putts' desde cuatro metros) y, luego, uno doble en el 17 cuando aprochaba desde el centro de la calle. Un hierro 8, aparentemente sin problemas, acabó en el lago que tantos problemas le causó a Tiger Woods en el pasado y que le hicieron prometer que nunca más volvería a este campo. El dropaje posterior le llevó a firmar un 7 que le mudó el semblante y le dejó todo el trabajo pendiente para el fin de semana. Tampoco salió indemne el castellonense de este desafío, del que históricamente habían salido bien parados otros hispanos como Nacho Garrido en la Ryder del 97 o Miguel Ángel Jiménez, justo cuando se cumplen 30 años de su albatros. Después de ver cómo el vizcaíno se quedaba corto, él se pasó de 'green' en el tercer golpe y su sacada de 'bunker' le llevó a dos 'putts' y a perder el liderato que había ostentado minutos antes, para terminar con -2 poco después. Quien sí aguantó en el -3 fue Eugenio Chacarra, a la postre el mejor nacional justamente en el año que peor le estaban saliendo las cosas. Pero el madrileño supo lidiar con las circunstancias y, pese a los altibajos de firmar tres 'bogeys' supo enmendarlos con el doble de 'birdies' para terminar como el mejor nacional y asegurarse un puesto en el partido estelar de mañana sábado. David Puig fue el cuarto español en liza, pero en ningún momento se encontró con su mejor versión. El drama vino cuando en los hoyos 1 a 4 salió con 7 golpes de más y se antojaron irrecuperables. Con +10 en el computo final, solo le queda pulir su juego para intentar llegar a los Juegos Olímpicos en la mejor forma posible. Con quien nadie contaba era con el sudafricano Dan Burmester , que saltó a la fama en abril al vencer a Sergio García en el torneo de Miami y, como tocado por los dioses, la metía desde todos los rincones y acabó con seis birdies por una sola falla y con un -5 en lo alto de la tabla. Mucho mérito en una ronda en la que solo siete jugadores consiguieron acabar bajo par. Si para mañana parece que la temperatura da una pequeña tregua y no pasará de los 30º, el viento volverá a ser decisivo ya que se esperan rachas de 35 kilómetros por hora. Sergio intentará lucirse «en su jardín», que conoce mejor que nadie y que tan buenos réditos le ha dado en el pasado. No en vano, declaró al término de la ronda que «Valderrama es mi campo favorito de todo el mundo y eso ayuda a sentirte cómodo. Incluso en condiciones duras, como hoy, estoy muy satisfecho de cómo me he desenvuelto». Por su parte, una vez más, Jon Rahm se ve en la urgencia de darse la oportunidad de ganar tras quince meses de sequía. .