Un grupo de personas está aportando su granito de arena para que los animales silvestres puedan recuperarse, reintegrarse y tener una segunda oportunidad.
Esto en un centro llamado Toucan Rescue Ranch, que se encarga de rescatar, rehabilitar y liberar la vida silvestre de Costa Rica.
Nos fuimos hasta la organización para conocer un poco más de este proyecto y dar a conocer la gran labor que se está realizando en este maravilloso lugar, lleno de vibrante color y tonos verdes, que es el hogar de muchos animalitos.
“En Touchan Rescue Ranch a lo que nos dedicamos es a rescatar fauna silvestre que viene lastimada o decomisada, nosotros trabajamos en conjunto con el SINAC y el MINAE, entonces ellos nos traen animales por la razón que sea, como golpeados por algún carro, electrocutados y mantenidos como mascotas en casa, etc”, nos explicó Melanny Bolaños, pasante de mercadeo.
Melanny añadió que los animales rescatados son rehabilitados con la esperanza de liberarlos. Este proceso puede extenderse por varios años para la mayoría, aunque algunas especies, como las loras provenientes de hogares, a menudo no pueden ser liberadas debido a que están acostumbradas a los humanos, comportamiento que no es natural para ellas.
En Toucan Rescue Ranch el objetivo principal es educar a la población sobre las especies residentes del centro, muchas de las cuales han enfrentado conflictos con los humanos. Se busca compartir sus historias, explicando cómo llegaron allí, qué acciones humanas contribuyeron a su situación y cómo podemos mejorar para evitar que estos incidentes se repitan.
“Con los perezosos se ve mucho que las personas consideran que son muy bonitos, adorables, que siempre están sonriendo, que se pueden abrazar, pero lo que no se dan cuenta es que el perezoso es sumamente violento, a ellos no les gusta la gente y son bastante solitarios”, recalcó Melanny.
El centro se divide en dos partes: una de ellas es un área de rehabilitación, que está restringida al público y solo puede ingresar personal autorizado para disminuir el contacto con los humanos. La otra zona es el santuario, un espacio destinado a residentes permanentes, donde se encuentran animales que lastimosamente ya no pueden ser liberados porque en la vida silvestre no les iría bien.
Después de que Melanny me explicó todo esto, pude realizar el recorrido por el santuario, la zona abierta al público, que se hace con un guía. Este tour educativo resultó fascinante, ya que permite conocer la historia de vida de cada uno de los animales. Además, hay áreas restringidas para preservar su hábitat y no causarles incomodidad o molestia.
Conocimos a Tabú, que es una oncilla, uno de los gatos silvestres más pequeños del país. Estaba saludable; sin embargo, cuando llegó al centro no podía hacer sus necesidades porque estaba acostumbrado a una caja de arena y esa fue la solución que encontraron para este felino.
En mi camino también me topé con otros animales y sus historias, por ejemplo: grisones, una nutria que se llama Ema, distintos tucanes, un ocelote, lapas, búhos, aves, osos perezosos, entre otros.
Es importante tomar en cuenta que estos animales son silvestres, por lo que el espacio está adaptado para permitirles comportamientos similares a los de su especie. Debido a su naturaleza, pueden mostrarse agresivos, por lo tanto, es fundamental que los visitantes sigan las indicaciones de los guías para no perturbar su espacio natural.
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Toucan Rescue Ranch se ubica en San Isidro de Heredia, 950 metros al norte de la iglesia de San Josecito, en calle Gemelo.
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