Es verde, picante y acompaña al sushi. Los amantes de la comida japonesa consideran al condimento esencial para tener una experiencia gastronómica completa. Más allá de su papel como complemento culinario, el wasabi ha sido objeto de atención por parte de la comunidad científica que evidencia múltiples beneficios de su consumo.
Se acostumbra comerlo o simplemente notarlo como una decoración en el plato de sushi. Pero pocos saben de dónde proviene y cómo se prepara. El wasabi es un alimento que se extrae de la planta nipona Eutrema japonicum; pertenece a la familia de las crucíferas y cuenta con diversas variedades. Entre las más conocidas están la daruma y la mazuma. Es precisamente de su tallo que se extrae el distintivo condimento verde.
Aunque para lograr la pasta verde se debe rallar el tallo, en Japón se acostumbra consumir toda la planta. En el país del sol naciente, por ejemplo, es habitual encontrar ensaladas con hojas de wasabi.
Su cultivo resulta complicado, dado que se trata de una planta que crece únicamente en el agua y necesita una serie de minerales específicos y una temperatura muy precisa. Estos requisitos hacen que la producción mundial de wasabi sea limitada. Por eso, Japón se posiciona como el país con mayor producción, seguido por Rusia y Corea.
“Es una planta que necesita de un lugar muy específico para crecer, como las montañas y los arroyos. Sin embargo, se comenzó a incursionar en su cultivo en otras regiones”, cuenta Matías Marchetti, licenciado en Nutrición y autor de libros sobre vida sana.
Los japoneses saben de las bondades de esta planta desde hace miles de años. Historiadores y arqueólogos informan que existen referencias de su consumo en ese país del período Jomon, comprendido entre los años 14.000 y 300 a. C. Los profesionales sospechan que, durante siglos, el acto reflejo de sumergir el pescado crudo en una preparación con wasabi estuvo inicialmente vinculado al proceso de desinfección.
La Facultad de Química y Biociencias Moleculares de la Universidad de Queensland, Australia, llevó a cabo una investigación en la que se estudió el potencial del wasabi en la microbiota intestinal de ratas con obesidad y síndrome metabólico.
A modo de resultado, el grupo de roedores al que se trató con wasabi demostró reducciones en el peso corporal, triglicéridos plasmáticos y colesterol total. En adición, los estudiosos destacaron que la presión arterial sistólica y el área bajo la curva de concentración de glucosa en sangre disminuyeron durante el período de observación. “Por tanto, el wasabi podría ser un tratamiento alternativo y novedoso en el abordaje de la obesidad y los trastornos metabólicos relacionados”, señalaron.
El sitio médico norteamericano, Medical News Today manifiesta que los profesionales reconocen que el wasabi presenta varios beneficios para la salud. Entre los más destacados:
Otro estudio realizado en Japón, específicamente en la Universidad de Tohoku, enfatiza que el wasabi tiene la capacidad de mejorar la memoria tanto a corto como a largo plazo.
Rui Nouchi, director del estudio y profesor asociado en el Instituto de Desarrollo, Envejecimiento y Cáncer de la institución académica le confesó a CBS News que los resultados a los que llegaron con el análisis excedieron sus expectativas.
El estudio fue aleatorizado, doble ciego y contó con 72 participantes de entre 60 y 80 años. La mitad de ellos tomó 100 miligramos de extracto de wasabi antes de acostarse y el resto recibió un placebo. Tres meses más tarde el grupo al que se le dio el condimento verde registró aumentos “significativos” en dos aspectos de la cognición la memoria de trabajo (a corto plazo) y la memoria episódica de mayor duración, según exámenes estandarizados de habilidades lingüísticas, concentración y capacidad para realizar tareas simples.
Los investigadores concluyen en el escrito científico que el 6-MSITC —Isotiocianato de 6— (metilsulfinil) hexilo es un compuesto dentro del grupo isotiocianato de compuestos organosulfurados que se obtiene de vegetales crucíferos– presente en el wasabi y en pocas partes del reino vegetal, reduce la inflamación y los niveles de oxidantes en el hipocampo que es el área del cerebro responsable de la memoria y que incrementa la plasticidad neuronal.
“Sabíamos por estudios anteriores en animales que el wasabi podía aportar beneficios para la salud, pero lo que realmente nos sorprendió fue el cambio drástico. La mejora fue realmente sustancial”, reveló a la vez que señaló que, en parte sus conclusiones se asocian al poder del 6-MSITC.
“No todos pueden disfrutar de este condimento, algunas personas pueden ser alérgicas y además, si se consume demasiado, puede afectar al hígado”, señala el Lic. Marchetti.
Para el nutricionista es esencial discernir que el wasabi no tiene un poder milagroso y que la mayoría de los estudios científicos que destacan las tendencias beneficiosas del alimento en el cuerpo aún no son hechas a gran escala y, por ende, precisan mayor investigación y abordaje a largo plazo.
” La mejor manera de entender los efectos del wasabi es consumiéndolo y observando la reacción posterior del cuerpo. Diría que su ‘magia’ está más vinculada a la experiencia, el sabor, la cultura y la tradición que conlleva su consumo, que a sus potenciales fines medicinales”, expresa.
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