Con el fin del curso escolar, muchos padres se estresan pensando que con tantos días de veraneo por delante, sus hijos van a olvidar lo aprendido. pero hasta qué punto las vacaciones influyen en la pérdida de aprendizaje. Según Susana Casas, coordinadora de Infantil del Colegio Europeo de Madrid, «es totalmente cierto que algunos niños pueden experimentar una leve pérdida de capacitación en este periodo del año. Se debe a que, al no estar inmersos en un entorno estructurado de aprendizaje, pueden olvidar ciertas habilidades o conocimientos adquiridos durante el curso. ¿En qué sentido se aprecia? Puede manifestarse en diferentes áreas. En el caso de los más pequeños, puede incluir desde habilidades básicas como la lectura, la escritura y las matemáticas, hasta competencias socioemocionales y de comportamiento adquiridas en el aula. Sin embargo, esta pérdida no es uniforme y varía dependiendo de factores como el entorno familiar y las actividades realizadas durante las vacaciones. ¿De verdad es tan preocupante o somos los padres y profesores demasiado exigentes en este sentido? Es natural que los padres y profesores se preocupen por el bienestar y desarrollo de los niños, pero es importante encontrar un equilibrio. La pérdida de aprendizaje durante las vacaciones no debería ser motivo de gran preocupación, especialmente si los niños han tenido un año escolar productivo. El descanso y las experiencias enriquecedoras que se viven en las vacaciones también son fundamentales para su desarrollo integral. Entonces, si han sido aplicados durante el curso, ¿deberíamos dejarles que se relajen en cuanto a las tareas de educación? Definitivamente, las vacaciones son un momento para que los niños se relajen y disfruten de un tiempo libre de la estructura formal del estudio. No obstante, esto no significa que el aprendizaje deba detenerse por completo. Se pueden realizar actividades lúdicas y educativas que mantengan a los niños estimulados sin que sientan la presión del trabajo escolar. ¿En qué medida condiciona lo que hagan en el verano de cara a su vuelta a las clases? Incorporar actividades de aprendizaje de manera natural durante las vacaciones puede ayudar a que los niños retomen el curso con más facilidad. Esto no implica seguir un régimen estricto de estudio, sino integrar el aprendizaje en juegos, lecturas, viajes culturales y exploración del entorno. Estas experiencias no solo evitan la pérdida de conocimientos, sino que también enriquecen su bagaje cultural y social, facilitando una vuelta al colegio más fluida y motivada. ¿Qué actividades serían más recomendables poner en práctica para que las familias fomenten este aprendizaje en estos días de descanso? Explorar al aire libre. Fomentar la curiosidad por la naturaleza con caminaras, paseos en bicicleta o visitar parques naturales. Los niños aprenderán sobre biodiversidad, geografía y la importancia de la conservación del medio ambiente mientras se mantienen activos físicamente. Lectura veraniega. Crear un rincón de lectura con libros de aventuras, ciencia ficción o temas educativos que sean interesantes para la edad del pequeño mejorará sus habilidades de lectura, ampliará su vocabulario y estimulará su imaginación. Además, será un estímulo para fomentar su hábito de lectura desde una edad temprana. Manualidades creativas. No se debe dejar a un lado el desarrollo de la creatividad del niño. Realizar proyectos de arte y manualidades utilizando materiales reciclados como papel, cartón, botellas de plástico y otros elementos que tengan a mano. De esta forma, también aprenderán y tomarán conciencia del medioambiente y la capacidad de cambio que tienen en sus manos para el futuro. Juegos de agua. Suelen ser los preferidos para los pequeños en verano al ser una forma muy divertida de refrescarse durante los días calurosos, a la vez que comparten momentos con otros niños y estimulan su condición física. Juegos de piscina como carreras de relevos o simplemente dejarlos disfrutar con mangueras, globos de agua o toboganes son una estupenda idea. Campamentos de verano. Se trata de una excelente opción, sobre todo para aquellos padres que buscan el mix de diversión y aprendizaje al mismo tiempo. Los campamentos ofrecen una gran variedad de actividades como deportes, artes, ciencia…, incluso idiomas si se opta por uno bilingüe. De esta forma, el pequeño estará estimulando y favoreciendo no únicamente una habilidad y tendrá la oportunidad de socializar con otros niños. Cocina en familia. Una forma de pasar tiempo en familia a la vez que se divierten y comparten experiencias juntos. Desde cocinar recetas sencillas hasta dejar al pequeño experimentar con los ingredientes y sabores para estimular su creatividad y permitir que aprendan hábitos de alimentación saludables desde temprana edad. Visitas culturales. Enriquecer sus conocimientos sobre historia, arte y cultura es necesario para estimular mentes independientes y con capacidad de pensamiento crítico. Llevar a los niños a museos, exposiciones de arte, sitios históricos y eventos culturales estimulará su curiosidad e interés de aprender más sobre el mundo que les rodea. Jardinería. Comenzar un pequeño huerto o jardín en casa donde los niños puedan plantar, regar y cuidar las plantas fomentará su sentido de responsabilidad y paciencia. Además, podrán adquirir conocimientos sobre botánica y ecología, necesarios para mejorar en entorno y el futuro de reino vegetal. Deportes. Animar a los niños a practicar deportes al aire libre como el fútbol, baloncesto, natación o cualquier juego que implique movimiento físico mejorará su salud física, coordinación y trabajo en equipo, además de ser una excelente manera de liberar energía. Fotografía creativa. Dejar a los niños una cámara o un dispositivo con cámara y animarlos a explorar su entorno tomando fotografías de lo que les rodea. De hecho, organizar un concurso de fotografía con ellos o crear un álbum con todas las fotos que has sacado son propuestas ideales para impulsar la confianza en sí mismos y capacidad para defender su trabajo. Las actividades que combinan diversión y aprendizaje mantienen la mente de los niños activa y estimulada. Esto es crucial para su desarrollo cognitivo y para mantener el interés en el aprendizaje continuo, facilitando así la transición en la vuelta al cole para el próximo curso y haciendo que disfruten durante el verano, sin dejar de aprender.