El máximo goleador de la Selección salió muy joven de su ciudad para buscar minutos. La aventura comenzó en Croacia y continúa en Alemania
Dani Olmo es uno de esos extraños casos del fútbol, en el que un jugador español triunfa en la Selección Española sin jugar en la liga española. Olmo comenzó su trayectoria en el Espanyol, pero con nueve años entró a formar parte de la Masía del F. C. Barcelona. Pero Dani no estaba dispuesto a esperar una oportunidad en el primer equipo. Quería jugar y decidió hacer las maletas para comenzar una aventura en una liga menor. Así aterrizó en Croacia, cuna de grandes futbolistas, pero con equipos de segundo nivel. Pero Dani necesitaba crecer y eso sólo lo podía hacer jugando. En 2014 se incorpora a los entrenamientos del Dinamo de Zagreb, en el que se quedó durante 6 años. Sus buenas actuaciones llamaron la atención del RB Leipzig, un salto de nivel a un equipo caracterizado por su buena red de scouting, y se hizo con sus servicios en 2019.
En Alemania se produjo el salto de calidad del delantero español, que ya le puso las cosas muy complicadas al Real Madrid en la eliminatoria de la pasada Champions y que, a pesar de las numerosas lesiones, la falta de continuidad y la lesión de Pedri tras una entrada de Kroos en cuartos de final de la Eurocopa 2024 ha logrado hacerse un hueco en el 11, se ha convertido en uno de los principales puntales del combinado de Luis de la Fuente y ahora es uno de los jugadores más cotizados de cara al mercado de verano. No en vano, es el máximo goleador del combinado nacional con seis goles.
Bien es cierto que Olmo siempre ha estado en el radar de los entrenadores de la Federación española de Fútbol. Luis de la Fuente le conoce bien por su paso por las categorías inferiores y Luis Enrique fue el que le rescató y le otorgó un papel importante en la absoluta. Después de la final de la Eurocopa del próximo domingo, en la que España busca superar todos los récords y convertirse en la selección con más títulos, Olmo podría regresar a casa. A Barcelona. Los rumores sobre su regreso a Can Barça siempre han estado ahí pero las dificultades económicas del club presidido por Joan Laporta lo han impedido. Además, su alta ficha actual (5 millones de euros netos) también puede suponer un problema para el club culé, que trata de hacerse con los servicios de otra de las sensaciones del europeo, Nico Williams.
El regreso de Olmo a la Liga sería una buena noticia para el fútbol español, en un año en el que habrá muchos focos puestos sobre ella tras la victoria del Real Madrid de la Champions, la llegada de Mbappé y la era post Xavi del Barça. De producirse, olmo podría regresar a su pueblo, al barrio en el que dio sus primeras patadas al balón junto a su hermano, también futbolista, que juega en el modesto San Cristóbal.
Dani Olmo nació en Terrassa, un municipio a unos 35 kilómetros de la Ciudad Condal. Ubicada en la comarca del Vallés Occidental, combina una rica herencia histórica con una vida cultural contemporánea. Con una población que supera los 220.000 habitantes, el municipio es un ejemplo de cómo una ciudad puede evolucionar y modernizarse sin perder sus raíces históricas.
La historia de Terrassa se remonta a tiempos romanos cuando era conocida como Egara. Durante la Edad Media, Terrassa se desarrolló alrededor de su castillo y la iglesia de Sant Pere, convirtiéndose en un centro religioso y administrativo de importancia. A lo largo de los siglos, la ciudad ha sido testigo de numerosos cambios, incluyendo la industrialización del siglo XIX, que la transformó en un centro textil de renombre.
Terrassa es conocida por su impresionante patrimonio arquitectónico, que incluye tanto estructuras medievales como edificios modernistas. El conjunto monumental de las Iglesias de Sant Pere, formado por las iglesias de Sant Pere, Sant Miquel y Santa María, es un testimonio de la importancia histórica de la ciudad en la alta Edad Media. Este conjunto es considerado uno de los complejos religiosos más importantes de Cataluña. Uno de los edificios más emblemáticos es la Masía Freixa, diseñada por Lluís Muncunill y reconocida por su estilo modernista único que recuerda a las obras de Antonio Gaudí.
Otro punto de interés es el Parc de Vallparadís, un extenso espacio verde que recorre la ciudad y que es ideal para pasear, practicar deportes o simplemente disfrutar de un día al aire libre. Este parque también alberga el castillo Cartuja de Vallparadís, una construcción medieval que hoy en día funciona como museo y centro cultural.
En la actualidad, Terrassa es una ciudad dinámica y moderna, que ofrece una amplia gama de actividades culturales y de ocio. El festival de jazz de Terrassa, uno de los eventos más importantes de su tipo en España, atrae a artistas y visitantes de todo el mundo. La ciudad también es sede de la Universidad Politécnica de Cataluña, lo que la convierte en un centro de innovación y conocimiento. Además, Terrassa ha sido designada como Ciudad Creativa del Cine por la UNESCO, reconociendo su contribución al séptimo arte y su esfuerzo por promover la creatividad y el desarrollo cultural.
Lo cierto es que Dani Olmo regresará a casa este verano, aunque sólo sea para pasar unos días de vacaciones con sus amigos y seres queridos y disfrutar de -esperemos- la victoria frente a Inglaterra en la final del domingo en el estadio olímpico de Berlín.
