El líder de Vox, Santiago Abascal, anunció este miércoles por la tarde la ruptura de los cinco gobiernos de coalición que mantenía con el PP. Cinco Ejecutivos que pasarán a estar en minoría, con las consiguientes dificultades para legislar, aunque todos tienen ya aprobados los presupuestos de 2024, que podrían prorrogar. Cada uno afronta el resto de su legislatura en circunstancias muy diferentes. Así quedan los cinco gobiernos tras la salida de la extrema derecha.
Sin los votos de Vox, Castilla y León quedaría con un Gobierno en minoría del PP para los dos años de legislatura que le restan a Alfonso Fernández Mañueco, si no opta por adelantar los comicios. De los 81 procuradores que componen el parlamento autonómico, el PP tiene 31. Tampoco tendría la mayoría si lograra sumar a los partidos provinciales (Soria Ya y la Unión del Pueblo Leonés, con tres escaños cada uno, y Por Ávila, uno).
Mañueco tiene aprobados los Presupuestos de 2024, por lo que podría prorrogarlos si se encuentra con problemas para armar una mayoría en el futuro, pero para legislar otras materias necesitará o bien el apoyo de Vox, que puede apoyar desde fuera, o del PSOE, cuyo secretario general autonómico, Luis Tudanca, ofreció hace 15 días su “mano tendida” al presidente.
Mañueco ya gobernó en minoría durante unos meses después de la fallida moción de censura de 2022, que fracturó a Ciudadanos. Precisamente durante la negociación de los presupuestos del año siguiente, ya en minoría, Mañueco adelantó elecciones para deshacerse de Ciudadanos e iniciar un nuevo gobierno con Vox.
La salida de Vox del Gobierno de Aragón pone las cosas muy difíciles al presidente, Jorge Azcón, quien perdería la mayoría absoluta en las Cortes que le permitieron sus 28 diputados, sumados a los siete de la extrema derecha. 35 en total.
Azcón tampoco puede explorar un pacto con los regionalistas porque sus diputados, más los del PAR y Teruel Existe, suman 32 diputados, por lo que sacar adelante sus próximos proyectos legislativos será más complicado: tendrá que convencer a la Chunta, al PSOE o a sus exiliados de Vox.
Lo que sí tiene Azcón ya aprobados son los Presupuestos de 2024. Su vicepresidenta, Mar Vaquero, ha asegurado que el líder autonómico del PP ya tiene un plan para reestructurar su Gobierno, pero ha lanzado un mensaje a Vox para mantener la alianza parlamentaria: “Lo que se ha anunciado es una ruptura de los gobiernos de los que forman parte y por lo tanto creo que hay que dejar a un lado el Parlamento”.
La salida de Vox deja libres dos consejerías, la de Agricultura y la de Ganadería, dirigida por Ángel Samper, y la de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, que encabeza Alejandro Nolasco, quien también es vicepresidente.
La situación del presidente valenciano, Carlos Mazón, es peor porque son 10 los diputados que le separan de la mayoría absoluta tras la quiebra con Vox. Aunque también tiene los presupuestos aprobados, ya habían comenzado a trazar los de 2025. Para ellos tendrá que buscar unos aliados que no se lo pondrán fácil. PP y Vox formaban un Gobierno de nueve consellerias más la presidencia de Mazón, con tres consejeros de Vox: vicepresidente primero, Justicia y Cultura.
Pese a la compleja situación, Mazón ha firmado el decreto de cese de los tres consejeros de Vox apenas hora y media después del anuncio de la ruptura. Los ceses afectan al vicepresidente primero y conseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera; a la consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez y al conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, a quienes agradece los servicios prestados.
En las Corts Vox tiene además la Presidencia de la Cámara y sus 13 diputados se suman a los 40 del PP, de un total de 99 escaños. Los populares están a 10 escaños de la mayoría absoluta y necesitan apoyo para sacar adelante sus medidas. Las Corts están en plena negociación de organismos estatutarios y del Consejo de Administración de la televisión pública.
Eso sí, antes de romper el acuerdo, PP y Vox han derogado la ley valenciana de memoria histórica y han aprobado la de “concordia”, que equipara el franquismo a la democracia.
PP y Vox forman en la Región de Murcia un Gobierno de coalición con diez consejerías más la presidencia de Fernando López Miras. La formación de extrema derecha cuenta con la vicepresidencia, en la figura de José Ángel Antelo, que es a su vez consejero de Interior, Emergencias y Ordenación del Territorio, y la consejería de Fomento e Infraestructuras, que dirige José Manuel Pancorbo.
La situación parlamentaria de López Miras es de una minoría muy ajustada. El PP logró 21 escaños, a falta de dos para alcanzar la mayoría absoluta. Las negociaciones para formar un gobierno de coalición con Vox se alargaron durante tres meses, hasta que el 7 de septiembre de 2023 López Miras fue investido. El punto de fricción más importante fue la consejería de Agricultura que el PP mantuvo en su poder.
El Ejecutivo murciano aprobó sus Presupuestos de 2024 pocos días antes de empezar el año, y el PP podría prorrogarlos. Como otros presidentes, López Miras se encontrará con el problema de lograr los votos para sacar nuevas leyes: o negociar con sus exsocios de Vox (9 escaños), o atraer al PSOE (13) o a Podemos (2).
Los cinco diputados que Vox consiguió en las elecciones de 2023 en Extremadura eran esenciales para el PP, que tiene el mismo número de escaños, 28, que el PSOE en la Asamblea. Aunque la presidenta, María Guardiola, tiene las cuenta de 2024 aprobadas, la ruptura llega en pleno proceso de elaboración de los presupuestos autonómicos de 2025 y cuando ambos partidos están a punto de dar cabida a un miembro de la extrema derecha en la Mesa de la Asamblea en cumplimiento del pacto de gobierno que firmaron hace un año y que Guardiola había prometido no firmar durante la campaña.
Ahora quedan en el aire medidas de ese acuerdo que aún no se han materializado, como la derogación de la ley de Memoria Histórica de Extremadura, más recortes en las ayudas que reciben los sindicatos, la patronal y las políticas de igualdad, LGTBI y de cooperación internacional, o la creación de una oficina antiokupación. También queda lejos ahora la posibilidad de que se implante en los centros educativos de la comunidad el veto parental, como ha exigido Vox en numerosas ocasiones ante la negativa del PP de María Guardiola.
El caso de Balears es algo distinto al resto. El PP gobierna en solitario, pero con un pacto de legislatura con Vox que llevó al ultra Le Senne a presidir el parlament. Permitía a los conservadores, con ello, gobernar en las Islas gracias a un acuerdo programático de 110 medidas que pactaron hace un año. Los diputados de Vox en Balears son fundamentales para que el PP pueda aprobar leyes en el Parlament: la mayoría absoluta se sitúa en los 30 escaños y el PP tan sólo tiene 25. Si se suma el voto de Sa Unió (coalición de derechas insular), los conservadores pasan a tener 26. El resto de parlamentarios son de izquierdas o de Vox.
Con información de Candela Canales, Alba Camazón, Laura Martínez, Elisa Reche, Angy Galvín y Santiago Manchado.