Tiene razón el rector de la Universidad de Sevilla, el profesor Castro, cuando dice, como ha hecho en una radio la semana pasada, que «una universidad es investigación, es transformación del conocimiento», porque esa es la esencia de la Universidad. Pero no lleva razón cuando dice que «las privadas (refiriéndose a todas) no cumplen los requisitos del Real Decreto» (imagino que el RD 640/21). O cuando asevera que «el que no entra en una universidad pública es porque no puede hacerlo, por no tener nota». Y no la lleva, al menos en lo que se refiere a la Universidad Loyola y otras privadas de prestigio, porque los datos, y son públicos, lo desmienten. Para empezar, y puesto que hace hincapié...
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