Mientras el dólar blue roza los $1460, el exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, apuntó contra la estrategia de crawling peg del Gobierno y la salida del cepo. El gobierno argentino y el FMI deben centrarse en el crecimiento, las reformas y la reducción de la inflación de forma sostenible, advirtió en una columna publicada en el Financial Times.
También advirtió que la a política macroeconómica del Gobierno debería "centrarse en la recuperación económica y en una desinflación más lenta pero sostenible".
"El talón de Aquiles ha sido el anclaje de la política de tipo de cambio a una tasa de crawl de 2% mensual, significativamente por debajo de la tasa de inflación promedio", explicó Werner en su artículo. Señaló que aunque la combinación con la tasa real negativa había resultado "inteligente y útil" en los primeros meses de gobierno, ahora "no está proporcionando los incentivos financieros para que los exportadores y otros agente económicos conviertan su dólares a pesos", ahora que el tipo de cambio real está alcanzando los niveles previos a la devaluación.
"Esto, a su vez, está generando presiones significativas en los mercados financieros de Argentina", siguió Werner y agregó que el país había puesto en marcha "los fundamentals y, equivocadamente, está poniendo en riesgo sus logros a través de un ajuste desordenado de la moneda".
En este sentido, el director del Georgetown Americas Institute, afirmó que "para recuperar la confianza del mercado y redirigir sus esfuerzos de estabilización, el Gobierno necesita pasar a la segunda etapa de su programa. En esta fase, la desinflación ocurrirá a un ritmo más lento y el Gobierno se centrará en la recuperación económica. Al hacerlo, Argentina podrá seguir un camino de estabilización más sostenible, como los que experimentaron sus pares latinoamericanos en la década de 1990".
Más contundente, afirmó que: "el gobierno de Milei necesita establecer un compromiso claro de no dolarizar la economía y apoyar su estrategia de competencia de monedas fortaleciendo las instituciones y políticas que permitirán al peso superar al dólar como la moneda de elección de los argentinos" y que "el banco central debe permitir que la moneda oficial se ajuste a un nivel más realista y moverse hacia un mecanismo de tipo de cambio oficial más flexible. Junto con un marco de política monetaria moderna, esto proporcionará una política de tasas de interés reales fuertemente positivas".
En este escenario, Werner dijo que "el FMI debería apoyar a Argentina con un nuevo y más grande programa de apoyo financiero" y que cuando todas estas condiciones se cumplan, auguró que "Argentina estará lista para levantar sus controles de cuenta de capital y dejar flotar libremente su moneda".
Este marco, concluye Werner en tono optimista, "proporcionará las mejores condiciones que Argentina ha tenido en generaciones para escapar de décadas de inestabilidad y decadencia económica".
Esta semana, el Presidente dijo que para salir del cepo "se debían dar tres condiciones en conjunto": terminar con los pasivos remunerados; terminar con los PUTs; y convergencia de la inflación con la devaluación en un entorno cercano al cero mensual".
En esta línea, el Milei dejó entrever que aunque el Gobierno había alcanzado varios de los objetivos de su plan (equilibrio fiscal, terminar con los pasivos remunerados y los PUTs "en jaque mate"), todavía falta la convergencia de la tasa de inflación. "El primer escalón al que le tenemos que apuntar es justamente a que mapée la tasa de inflación con la tasa de devaluación. Una vez que alcancemos una inflación en torno al 2% mensual, vamos a ir por una tasa de inflación del 1% mensual, y cuando la inflación haya desaparecido, cuando esté en niveles cercanos a cero, ahí vamos a tener que elegir si vamos a un esquema de devaluación cero. O sea, que sería tipo de cambio fijo o dejamos flotar", dijo el Presidente.