Este 11 de julio ‘El Resplandor’ no llegó, pues se dio a conocer que murió Shelley Duvall, la actriz que coprotagonizó esta emblemática película de Stanley Kubrick, a quien recordamos por sus grandes ojos y la forma en que Jack Nicholson la sorprendía en aquel terrorífico hotel. Tenía 75 años.
Duvall murió en las primeras horas de este jueves mientras dormía en su casa de Blanco, Texas, de acuerdo con su pareja, el músico Dan Gilroy.
“Mi querida, dulce y maravillosa vida, compañera y amiga nos dejó anoche”, dijo Gilroy en un comunicado compartido a diversos medios estadounidenses, entre ellos The Hollywood Reporter. “Había sufrido demasiado últimamente, ahora es libre. Vuela, hermosa Shelley”, agregó.
Poco se sabía sobre Shelley, pues desde su retiro de la pantalla mantuvo una vida tranquila, alejada de la farándula. Sin embargo, un gran amigo de la actriz habló de los problemas de salud que había enfrentado en los últimos años.
La causa de muerte de Shelley Duvall fueron complicaciones de la diabetes, enfermedad que deterioró considerablemente su salud, según lo que reveló el publicista Gary Springer.
Además, una cuenta de fans dedicada a la actriz dejó ver que también tenía problemas relacionados con sus facultades metales. “Desafortunadamente, la enfermedad mental de Shelley se puso de manifiesto en una entrevista de 2016 con Phil McGraw, donde parecía de mal humor creyendo que Robin Williams todavía estaba vivo, entre otros delirios”, se lee en una publicación.
Duvall asistía a la universidad en Texas cuando los miembros del equipo de Altman, que se preparaban para filmar “Brewster McCloud”, la conocieron en una fiesta en Houston en 1970. La presentaron al director, quien la eligió para “Brewster McCloud” y la convirtió en su protegida.
Duvall luego aparecería en películas de Altman, incluidas “Ladrones como nosotros”, “Nashville”, “Popeye”, “Tres mujeres” y “McCabe y la Sra. Miller”.
“Me ofrece… buenos papeles”, dijo Duvall al New York Times en 1977. “Ninguno de ellos ha sido igual a otro. Tiene una gran confianza en mí, y me respeta, y no me pone restricciones ni me intimida, y lo adoro. Recuerdo el primer consejo que me dio: ‘No te tomes en serio’”.
Duvall, demacrada y desgarbada, no era una estrella de Hollywood convencional, pero tenía una manera de ser franca y cautivadora y exudaba un naturalismo singular. La crítica cinematográfica Pauline Kael la llamó la “Buster Keaton femenina”.
En su apogeo, Duvall fue una estrella habitual en algunas de las películas que definieron los años 70 y 80. En “El resplandor”, interpretó a Wendy Torrance, quien observa con horror cómo su esposo, Jack (Jack Nicholson), se vuelve loco mientras su familia está aislada en el Hotel Overlook. La cara de Duvall gritando fue la que constituyó la mitad de la imagen más icónica de la película, junto con el hacha de Jack atravesando la puerta.
Pero Duvall desapareció del cine casi tan rápido como llegó a él. En los años 90, comenzó a retirarse de la actuación. Su último papel en una película fue en 2002 en “Maná del cielo”. Duvall se retiró de la vida pública. A principios de este año dio su primera entrevista en años.
“¿Cómo te sentirías si la gente fuera realmente amable y de repente, sin previo aviso”, chasqueó los dedos, “se volvieran contra ti?”, le dijo Duvall al Times. “Nunca lo creerías a menos que te suceda a ti. Por eso te duele, porque no puedes creer realmente que sea verdad”.
Con información de AP