El asesino en serie Jeremy Skibicki ha sido condenado por el asesinato en primer grado por la muerte de cuatro mujeres en Winnipeg (Canadá), un veredicto que se ha dado a conocer hoy 11 de julio entre grandes medidas de seguridad y una gran expectación en el país. El presidente del Tribunal de King's Bench de Manitoba, Glenn Joyal, dio a conocer la decisión en Winnipeg después de escuchar semanas de pruebas en el juicio de alto perfil, que tuvo lugar en mayo y principios de junio. Skibicki ahora enfrenta una sentencia automática de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 25 años. El condenado asesino en serie ha recordado en los medios canadienses al carnicero de Milwaukee, Jeffrey Dahmer, por la necrofilia que practicaba sobre sus víctimas. Además de la obsesión por que fueran mujeres aborígenes. El jurado ha desestimado el argumento de la defensa de que sufría un trastorno mental cuando mató «sin piedad» a cuatro mujeres indígenas, concluye el veredicto que lo encontró culpable. Su abogado llevó a un experto que señaló que el acusado oía voces cuando estaba perpetrando los asesinatos y que podía sufrir esquizofrenia. Al leer el veredicto, en el Tribunal de Manitoba, estalló una ovación en la galería. Skibicki ha sido condenado por asesinato en primer grado por los asesinatos de Morgan Harris, Marcedes Myran, Rebecca Contois y una mujer no identificada a la que los líderes indígenas han llamado Mashkode Bizhiki'ikwe o Mujer Búfalo. El hombre de 37 años, que estaba sentado con los pies encadenados en el banquillo de los acusados, permaneció en silencio y no mostró ninguna emoción mientras el juez leía su decisión. Skibicki se aprovechaba de sus víctimas en refugios para personas sin hogar, las invitaba a su apartamento donde abusaba de ellas, a menudo sexualmente, y las mataba antes de profanar sus cuerpos y desecharlos en contenedores de basura cercanos. «Maté a cuatro personas», confesó Skibicki a la policía durante una entrevista de varias horas después de su arresto en mayo de 2022. Fragmentos de ese video, en el que Skibicki describió las formas gráficas en que mató y profanó a las mujeres, constituyeron una pieza clave de evidencia en el juicio.