El desodorante es un producto esencial en la rutina de higiene personal de muchas personas, ya que sirve para controlar y reducir el olor corporal en áreas como las axilas. Los desodorantes ayudan a neutralizar los malos olores causados, principalmente, por las bacterias del sudor. Así, proporcionan una sensación de frescura y limpieza a lo largo del día, así como su uso regular mantiene el olor corporal bajo control.
Ya sea a partir de productos convencionales o naturales, nos puede ayudar a sentirnos frescos, limpios y seguros a lo largo del día. Normalmente, usamos este producto al cambiarnos de camiseta o sobre todo al salir de la ducha, ya que nos acabamos de lavar. Sin embargo, podríamos estar utilizando mal este producto, así como expertos recomiendan no echarnos desodorante tras salir de la ducha.
Según explican, el problema no es tanto el cómo nos echamos este producto, sino el cuándo. Tal y como aseguraba el presidente de la Academia Americana de Dermatología, David Pariser, al portal Consumer Reports en 2009, aprovechar los momentos previos a meternos en la cama "es realmente la mejor manera de usar un antitranspirante".
Mientras, otro estudio que se publicó en 2011 en The Britsh Journal of Dermatology sugería que "la aplicación por la noche permite que la difusión del producto se realice durante un periodo de sudoración baja o decreciente, lo que facilita que el agente activo penetre en los conductos".
Pero también es un hecho que se ha viralizado en redes sociales. En su perfil de TikTok, Farmacéutico Fernández señala que echarse desodorante después de ducharse no es correcto puesto que los productos antitranspirantes "son mucho menos efectivos si cuando te los echas estás mojado". "Los desodorantes se absorben mejor cuando las glándulas sudoríparas tienen menos actividad y hay menos sudor", añade. Así, el tiktoker explica que el momento correcto es "justo antes de irte a la cama".
Según la web Antiperspirantinfo.com, de la multinacional Unilever, "los antitranspirantes controlan la transpiración y el olor corporal de dos formas: en primer lugar, evitan que la transpiración llegue a la superficie de la piel y, en segundo lugar, eliminan las bacterias que producen olor corporal mediante ingredientes antimicrobianos. Los desodorantes solo contienen agentes antimicrobianos para prevenir el mal olor; no controlan el flujo de transpiración".
No obstante, aunque a menudo se usan conjuntamente en productos híbridos, hay que diferenciar los desodorantes de los antitranspirantes, así como sus funciones o consideraciones n son las mismas. Mientras los primeros están diseñados para combatir el mal olor causado por las bacterias que descomponen el sudor, el antitranspirante tiene como función principal la reducción del sudor, así como detener la sudoración al bloquear temporalmente las glándulas sudoríparas.