Diego González pasaba por los micrófonos de El Alcoraz en su presentación oficial como nuevo jugador de la SD Huesca. El central asegura llegar con “mucha ilusión” y con un objetivo muy claro: “irme mejor jugador de lo que llego”. Una nueva etapa que asume con “máxima responsabilidad” y esperando “sumar desde el sitio que me toque, dar el cien por cien, tanto dentro como fuera del campo, y trabajar mucho para seguir creciendo”.
Destaca por su polivalencia y se define como un “central con buen pie, buena salida de balón y, sobre todo, muy competitivo”. Conocedor de los números de su actual equipo, reconoce que “el trabajo en defensa ha sido muy bueno” y espera “sumar competencia y aportar mi granito de arena, representar a un club importante que está haciendo bien las cosas”.
Atraído, entre otras cosas, por la propuesta de Hidalgo, cree que encaja bien en su modelo de juego, y asegura que está “con muchas ganas de aprender de él, de trabajar y de crecer juntos”.
El defensa también destacaba el grupo “humano y cercano” que se ha encontrado en Huesca, “nos están poniendo muy fácil la adaptación. Todo el mundo nos ha dado un recibimiento muy cálido, y eso facilita mucho”.
Y es que, en una competición cada vez más igualada y competitiva, la unión es clave. González sabe que “este año es muy potente, es una categoría muy bonita y dura, pero estamos preparados de sobra para hacer una buena temporada”, afirmaba.
En lo personal, explicaba haber vivido el año “más complicado, pero el de mayor aprendizaje personal de toda mi carrera. He vivido situaciones muy duras y he aprendido a saber gestionarlas, me ha permitido crecer como futbolista”. Por eso, afronta su llegada a Huesca como un “salto hacia adelante bastante importante, en el que voy a ayudar al equipo todo lo posible, aumentar competitividad en la línea defensiva y tratar de hacer mejores a los demás”.