No se habla de otra cosa en
Inglaterra que de su héroe. No es ni de
Jude Bellingham ni tampoco de
Phil Foden. Sí que se nombra a
Harry Kane, con tímidas dudas de si debería ser o no titular por su rendimiento, pero especialmente por la euforia que rodea ahora mismo a
Ollie Watkins, autor del tanto del triunfo en la semifinal ante
Países Bajos con una maniobra magistral en el descuento.
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