Noche despejada de luna creciente, una ligera brisa de componente norte agita las copas de los árboles de las dos colinas entre las que está construido el Estadio Panatinaico. Decenas de personas se agolpan ante las puertas de este estadio al aire libre, construido en la Antigüedad y reformado en tiempo del gobernador Licurgo, llegó a contar con un aforo para más de 50 mil espectadores. Sus gradas de blanquísimo mármol pentélico le valieron el nombre Kalimármaro (mármol bello), con el que es conocido entre los griegos. Allí, donde hace menos de cien días Nana Mouskouri entonó 'La Marsellesa' durante la ceremonia de entrega de la llama Olímpica a los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024, los dos...
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