Un real decreto firmado por el rey y por la ministra de Defensa ha ascendido de forma honorífica y a título póstumo a treinta militares y guardias civiles fallecidos, en casi todos los casos en acto de servicio.
Dos nombres destacan en la lista, por la investigación judicial que se está realizando por sus fallecimientos.
El cabo del Ejército de Tierra Miguel Ángel Jiménez Andújar ha sido ascendido a título póstumo a cabo 1º, y el soldado Carlos León Rico, a cabo.
Son los dos militares del Regimiento de Infantería ‘La Princesa’ nº 2 que fallecieron en diciembre, ahogados en un lago en la base de Cerro Muriano (Córdoba) durante un ejercicio.
Esas dos muertes provocaron una indignación interna pocas veces vista en el Ejército de Tierra. El Juzgado Togado Central número 2 investiga a oficiales por encima del empleo de comandante, ya que el juez instructor señaló a dos coroneles, un teniente coronel... hay ya ocho citados como investigados por supuesta responsabilidad en estas muertes, ya que se investigan posibles negligencias, falta de medidas de seguridad y negligencias por parte de los mandos que organizaron el ejercicio.
Margarita Robles visitó la base de Cerro Muriano poco después de estas dos muertes, y pidió a los militares compañeros de los fallecidos que no tuvieran miedo en declarar la verdad de lo que hubieran sido testigos en ese ejercicio.
La ministra ha ascendido al empleo superior al que tenían a esos dos militares, el cabo Jiménez Andújar y el soldado León Rico, “en atención a las circunstancias excepcionales, méritos contraídos y virtudes militares sobresalientes”, tras someterlo a deliberación del Consejo de Ministros.
A la vez que estos dos militares del Ejército de Tierra fallecidos en diciembre, han sido ascendidos al empleo superior a otros 28 militares y guardias civiles muertos.
A sargento 1º de Tierra ha sido ascendido Rafael Gallart. Este sargento realizaba el Curso de Operaciones Especiales, que organiza la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca (Huesca), cuando murió al realizar un salto paracaidista sobre el mar frente a las costas de Cartagena.
También esta muerte del sargento Gallart en junio de 2021 provocó una investigación judicial a los mandos militares responsables del ejercicio.
El sargento alumno Alejandro Bernal Bermejo ha sido ascendido a sargento. Le encontraron muerto en la Academia de Ingenieros, en Hoyo de Manzanares (Madrid) en noviembre de 2019.
En la lista de ascendidos a título póstumo hay varios oficiales.
El teniente coronel de Intendencia del Ejército del Aire Francisco Prados Parra murió en Palma de Mallorca en marzo de 2023. Ha sido ascendido a coronel.
El capitán de fragata Manuel Catalán Morollón asciende a título póstumo a capitán de navío.
Defensa ha ascendido con carácter honorífico a Juan Pablo Laray Aguilera a teniente coronel del Ejército de Tierra, y a Ángel Enrique Marco Hernández, al empleo de teniente de navío de la Armada.
El cabo Pedro Serrano Arjona murió en Líbano en agosto de 2022 por causas naturales cuando hacía deporte en la base de la misión de la ONU. Ha sido ascendido a cabo 1º del Ejército de Tierra.
Tras una enfermedad falleció el cabo José Antonio Guerra Baeza, que estaba destinado en el Regimiento de Transmisiones nº 22 del Ejército de Tierra.
Ellos dos y Andrés Avendaño Gómez han sido ascendidos a cabo 1º.
El cabo 1º Felipe Casal Vieites ha sido reconocido con el empleo de cabo mayor. Murió en 2020. Estaba destinado en la Brigada ‘Galicia’ VII (Brilat), en Pontevedra.
El guardia civil Dámaso Guillén vigilaba con su moto de la Agrupación de Tráfico una prueba ciclista en Asturias cuando un delincuente a la fuga le atropelló con su coche. Ha sido ascendido a cabo.
También murió en accidente de circulación en servicio el guardia civil Francisco Ramón Montes Félix. Aníbal Rapado Barbero, también guardia civil, falleció en accidente pero fuera de servicio, igual que el soldado de Artillería Diego Triguero Martínez.
Javier Sánchez Guridi era soldado de la Brilat cuando murió en acto de servicio, realizando funciones de adiestramiento.
Alejandro Muñoz Oliva estaba haciendo ejercicio con su unidad, el Regimiento de Caballería ‘Montesa’ nº 3, en Ceuta, cuando se desplomó.
Juan Manuel Igualada Durán es un caso destacado. Tenía 19 años y cumplía el servicio militar obligatorio en la Armada cuando sufrió un accidente que le dejó en estado vegetativo en una cama del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid.
Estuvo 27 años en coma, y falleció en 2022. El Ministerio de Defensa le mantuvo todo ese tiempo en la condición de soldado que estaba haciendo la mili, para que así le siguieran atendiendo en la Sanidad Militar.
