Los países miembros del ALBA-TCP ratificaron su condena al intento de golpe de Estado frustrado en Bolivia, reiteraron su respaldo al presidente Luis Arce y al pueblo de ese país, y recordaron que América Latina y el Caribe constituye una zona de paz y que sus naciones están comprometidas a desterrar para siempre el uso o la amenaza del uso de la fuerza, e impulsan procesos de integración, cooperación y relaciones de amistad para garantizar la mayor estabilidad y desarrollo posibles.
Esos pronunciamientos estuvieron entre los primeros de la Cumbre Extraordinaria de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, que se desarrolló de modo virtual, este miércoles, con la participación de jefes de Estado y Gobierno u otros altos dignatarios de los países miembro del arco integracionista.
La Declaración final, aprobada por todos luego de su presentación por el secretario general del mecanismo, Jorge Arreaza, también llamó a denunciar la guerra mediática como parte de una guerra híbrida que incluye bloqueo económico y diversas formas de agresión política para desacreditar al Gobierno del presidente Arce y crear las condiciones propicias a una intervención de mayor escala y acortamiento de su mandato, y orientó a las embajadas de los países del ALBA en todo el mundo difundir esas verdades, al tiempo que exhortó a los sectores populares a mantenerse en vigilia y constante unidad frente a aquellos intentos.
Entre otros postulados, el texto de diez puntos, ratificó la voluntad del ALBA-TCP de defensa de la soberanía y los recursos naturales de la región, y se pronunció por el fomento de la paz y la unidad para crear las condiciones necesarias al desarrollo sostenible de nuestros pueblos.
Luego de plasmar la felicitación a Arce y el pueblo boliviano expresada por los distintos oradores en atención a su valiente y rápida respuesta ante los golpistas, la Cumbre manifestó la solidaridad con ese ejecutivo ante la campaña de desprestigio a que es sometido por parte de la derecha política.
Asimismo, la reunión exigió al presidente argentino Javier Milei a que «cese de inmediato el hostigamiento y la agresión contra el legítimo Gobierno de Bolivia, así como las injurias contra otros países del ALBA-TCP», y alertó que el mandatario despliega hacia los Gobiernos progresistas y de izquierda una política con inclinaciones imperialistas, que solo alientan el odio, la polarización y la desestabilización de pueblos dignos y soberanos.
Los pronunciamientos de muchos de los dignatarios que usaron de la palabra fueron coincidentes en interpretar como válida para la región, la defensa de la soberanía nacional y de la democracia hecha valer en Bolivia, y advirtieron acerca de las amenazas latentes sobre naciones, que buscan allanar caminos para el cambio con justicia social.
También fue esa la alerta del presidente venezolano Nicolás Maduro, quien recordó el definitorio apoyo popular a Hugo Chávez cuando el frustrado intento golpista en su país en abril de 2002, y denunció la persecución de que sigue siendo objeto el proceso bolivariano por parte de EE. UU., mediante las medidas punitivas contra su economía, entre otras agresiones.
Maduro manifestó todo el apoyo de Venezuela al camino seguro del ALBA, que es el camino progresista hacia el desarrollo, dijo, así como a «la batalla que estamos dando», y
consideró la reacción de Arce, su ejecutivo y el pueblo boliviano ante la asonada que amenazó a su país como «un ejemplo de pundonor y capacidad de respuesta».
En plena efervescencia electoral en su país con vista a los comicios presidenciales del próximo día 28 y luego de un acto de masas en el estado Táchira, Maduro refutó los mentirosos señalamientos que intentan sembrar la matriz de opinión de un supuesto fraude «antes que empiece el juego», y aseguró más adelante que «estamos en una campaña huracanada», en alusión al fervor de las fuerzas bolivarianas de cara a los comicios.
También otros dignatarios ratificaron su apuesta por el camino integracionista del ALBA-TCP, como lo hizo el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, quien reafirmó el compromiso de su nación con los principios de solidaridad, cooperación, complementariedad, y el respeto mutuo por la soberanía de los países y la diversidad cultural.
Al rechazar los hechos en Bolivia, Browne también valoró las lecturas que deja para la región: «No queremos tener un hemisferio en el que existan este tipo de actos no civilizados que socavan el Estado de Derecho y nuestras democracias».
Por su parte, Norge Wilson, embajador de San Cristóbal y Nieves, valoró la derrota de los golpistas por parte de Arce y el pueblo boliviano como una victoria para todos en el ALBA y para la democracia.
A estar vigilantes llamó el canciller de Granada, Joseph Andall, para que no vuelvan a actuar las fuerzas que atentaron contra la democracia en la nación andina. Los que han actuado contra nuestros países son quienes siguen detrás de nuestros recursos, advirtió.
Vigilancia es la palabra clave, insistió Andall, quien también señaló que la movilización popular debe estar presente y consideró que la actuación del pueblo boliviano fue lo que marcó la diferencia entre la democracia y el golpismo, y frustró el retorno de este.
Desde San Vicente y las Granadinas, y todavía inmerso en las labores de recuperación tras el azote del huracán Beryl, el primer ministro Ralph Gonsalves afirmó que cuando un grupo de hombres que tienen la fuerza militar deciden atentar contra un Gobierno, también destruyen la integridad y la estabilidad de un pueblo. Los resultados de una elección justa deben ser respetados, puntualizó.
Lo acontecido en Bolivia, expresó más adelante, nos dice que todas las fuerzas progresistas debemos estar unidas porque, explicó, aquellos que intentan destruir nuestros procesos solo cejarán si el progresismo marcha junto y no se divide.
Interesante fue también la lectura que hizo de los acontecimientos el canciller de Santa Lucía, Alva Baptiste, quien recordó que solo el hecho de elegir no garantiza la existencia de una democracia, sino el uso del poder de esta en favor de la gente, y no en contra de la voluntad de los pueblos.
Por tanto, dijo, rechazamos cualquier intento de socavar un Gobierno en nuestro hemisferio. No soportaremos estos ataques, advirtió. Tenemos que ser proactivos y continuar coordinando y trabajando juntos.
La importancia de la unidad también fue refrendada por Dominica en la voz del titular de Finanzas de su Gobierno, quien destacó la importancia de mantenerse juntos frente a las fuerzas externas y ratificó el apoyo al ejecutivo y pueblo bolivianos en nombre de su pueblo y Gobierno, así como el pleno apoyo a la Declaración final.
Igualmente se pronunció Nicaragua en la Cumbre mediante el mensaje firmado por el presidente Daniel Ortega y la vicemandataria Rosario Murillo, que el propio día del golpe denunciaron la maniobra y el nuevo intento de amenazar a los pueblos.
Al inicio del encuentro virtual, el presidente Luis Arce dio una explicación de lo acontecido en su país e informó que los hechos dejaron 14 heridos y existen más de cien involucrados en el intento golpista entre oficiales activos y retirados, y civiles, todos detenidos.
El pueblo tiene una profunda convicción democrática, y acudió y se movilizó espontáneamente en la Plaza Murillo, tomada por los militares insubordinados, narró Arce, al tiempo que agradeció los pronunciamientos internacionales de respaldo.
Varias unidades se negaron a sumarse a la asonada, detalló. En cuanto al ejecutivo, demostramos que no abandonaremos la Casa del Pueblo mientras seamos mandatarios, aseveró.
Arce reiteró que las versiones que circulan de un autogolpe son noticias falsas que promueven un falso discurso. La desinformación y campañas orquestadas buscan horadar la confianza en el Gobierno, denunció.
Durante las intervenciones fue reiterada la solidaridad a las naciones de la región afectadas por el paso de Beryl, como lo hizo Arce al cierre de la cita.
En tal sentido, Granada agradeció especialmente la solidaridad de los Gobiernos de Venezuela y Cuba, expresada en sus ofrecimientos «muy generosos» de asistencia.
