La multinacional estadounidense Amazon presentó ayer un informe en el que asegura que el auge del comercio electrónico en España no tiene ninguna relación con la sangría de los pequeños comercios , esas 'tiendas de toda la vida' que desde hace diez años están en caída libre en nuestro país. Según datos de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), entre finales de 2022 y finales de 2023 bajaron la persiana 17.000 de estos negocios; es decir, 46 al día. Desde el 2013 han sido más de 50.000 . La opinión predominante en la calle es que las causas de esta debacle están en la venta por Internet, y, precisamente, el informe presentado ayer por Amazon -confeccionado para ellos por la consultora económica NERA- pretende contradecir esta opinión. Entre 2005 y 2022 las ventas del pequeño comercio bajaron casi un 40% mientras que las del comercio electrónico se multiplicaron más de 23 veces (un crecimiento del 2.333%), de modo que puede decirse que la evolución de estos dos indicadores ha seguido una tendencia inversa. Parecería que una cosa ha causado la otra, y eso es lo que niega el informe 'Impacto del comercio electrónico en el pequeño comercio y en la economía española'. Según explicó Bruno Soria, un experto en economía y telecomunicaciones que ha dirigido esta investigación para Amazon , el estudio se basa en datos sobre comercio minorista publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), datos que usaron para hacer un análisis econométrico en el que incluyeron las otras dos variables que, además de la venta por Internet, también parecen estar relacionadas con la caída del pequeño comercio en España. Estas variables son: el volumen total del mercado y la venta en las grandes cadenas (centros comerciales, etc.). Como ya se ha explicado, terminado el estudio, Amazon afirma haber demostrado una relación estadística nula entre el aumento de las ventas por comercio electrónico y la disminución de las ventas en pequeños comercios físicos. Entonces, ¿quién está matando a las tiendas de barrio? Lo cierto es que la decadencia de los autónomos minoristas no es nueva, ya se venía produciendo desde los años ochenta, cuando empezaron a aparecer los primeros supermercados de barrio , que luego se convertirían en hipermercados. Precisamente, en su informe Amazon liga la disminución en el número de pequeños comercios al auge de las grandes superficies, desligándolo de la irrupción de la venta por Internet, que fue un fenómeno mucho más tardío. Preguntado por ABC, Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) , coincide en que «ha habido una concentración en grandes marcas», por ejemplo, «en el ámbito de los supermercados, donde se ha producido un cambio de hábitos, pasando de las tiendas de alimentación tradicionales a grandes supermercados». Ahora bien, matiza, «es indudable que el comercio electrónico es otra de las causas de la desaparición de tantos pequeños comercios, especialmente en sectores como la zapatería, el textil o la ropa deportiva». «Hay mucha gente que compra a ritmo de un clic , e indudablemente eso afecta a la tienda física», añade. Una de las cosas que pueden hacer los pequeños establecimientos es vender también ellos por Internet, pero lo cierto es que actualmente la venta online solo representa el 5% de las que hacen este tipo de tiendas en España. Y mientras tanto el comercio electrónico no deja de crecer. El 2022 el sector aportó 8.500 millones de euros a la economía española y 283.000 puestos de trabajo directos e indirectos , y probablemente hoy estas cifras sean mayores, pues solo entre 2022 y 2023 el volumen de negocio del sector aumentó un 12,7%. Sobre esto, cabe recordar que el 24,2% del PIB español ya es digital . Los autónomos y Amazon no tienen la misma opinión sobre quién está acabando con las tiendas tradicionales, si la venta por Internet y las grandes superficies o solo estas últimas. En cualquier caso, la desaparición de autónomos indica que más capital se está canalizando hacia las grandes compañías. Y queda pendiente saber qué cuota de mercado del comercio electrónico en España pertenece a Amazon, pues la multinacional no da datos sobre este extremo.
