Las autoridades aduaneras de Shenzhen, en China, detuvieron a un hombre que intentaba ingresar al país con 104 serpientes vivas escondidas en sus pantalones. El insólito incidente ocurrió en el Control de Aduanas de Huangguang, que separa China continental de Hong Kong. De acuerdo con las autoridades, el hombre llevaba seis bolsas de lona selladas con cinta adhesiva y atadas con cuerdas ocultas dentro de su ropa.
Durante una inspección detallada, los oficiales descubrieron las serpientes, que pertenecían a cinco especies diferentes, cuatro de las cuales no son nativas de la región. Este operativo forma parte de la lucha de China para erradicar el tráfico de animales salvajes, en especial después del estallido de la pandemia de COVID-19.
El intento de contrabando fue descubierto cuando el hombre, cuyo nombre no ha sido revelado, trataba de cruzar la aduana por el canal para pasajeros sin declaración. Las seis bolsas que ocultaba en sus pantalones contenían serpientes de diversas especies, incluyendo la serpiente de leche, la serpiente hocicuda occidental, la serpiente del maíz, la serpiente rata de Texas y la serpiente toro. Ninguna de estas especies es venenosa, pero su introducción sin permiso constituye una violación a las leyes chinas.
Las imágenes divulgadas por la cadena estatal CCTV muestran a oficiales de aduanas inspeccionando minuciosamente las bolsas llenas de reptiles en movimiento.
Las leyes de bioseguridad en China prohíben la introducción de especies no nativas sin un permiso especial. Aunque aún no se ha determinado la sanción específica para el hombre detenido, es probable que enfrente graves consecuencias legales. Las autoridades aduaneras han advertido que cualquier violación de estas normas se tratará con el máximo rigor de la ley.
China ha intensificado sus esfuerzos para combatir el tráfico de animales salvajes, especialmente desde la pandemia de COVID-19. En junio, otro hombre fue arrestado por intentar contrabandear 454 tortugas en peligro de extinción de Macao a China continental.
El tráfico de animales salvajes es un problema persistente en China, uno de los mayores centros de comercio ilegal de fauna en el mundo. La introducción de especies no nativas sin control puede causar desequilibrios ecológicos y aumentar el riesgo de enfermedades zoonóticas. Por ello, las autoridades han implementado estrictas leyes de bioseguridad para proteger tanto la salud pública como la biodiversidad.
El caso reciente en Shenzhen no es un hecho aislado, sino parte de un patrón más amplio de contrabando de animales. La colaboración internacional y las políticas estrictas son esenciales para combatir este problema.