Las investigaciones arqueológicas en la cuenca del río Santiago o Kanus, en la provincia de Condorcanqui, son muy escasas. No obstante, existen evidencias de desarrollos sociales de diferentes periodos, lo que significa una interacción intercultural ancestral, manifestó Anthony Villar Quintana, arqueólogo de San Marcos, quien lideró la investigación en Amazonas.
El estudio "Culturas ancestrales de la cuenca baja del río Santiago, una aproximación desde la quebrada Apinkras, en Villa Gonzalo", publicado en la Revista Científica Pakamuros, se basa en una colección de 23 cerámicos procedente de quebrada Apinkras, en la comunidad wampis de Villa Gonzalo, en el distrito Río Santiago.
Aunque las fechas de las piezas arqueológicas no están identificadas de manera precisa, se estima que pueden estar ubicadas en un periodo o periodos dentro de los años 2000 a. C. y 400 d. C.
Las piezas incluyen 17 botellas, de las que se desconoce el líquido que habría contenido, 2 fragmentos de vasijas restringidas con diseños incisos sobre superficies en altorrelieve y 3 fragmentos de cántaros, que fueron hallados por los wampis y analizados por Villar Quintana en colaboración de Idelfonso Tii Impi y Junias Antich Petsa de pueblos awajún y wampis, respectivamente.
El investigador Villar manifestó a la agencia Andina que los pobladores de la etnia wampis le contaron que los objetos fueron removidos por la crecida de las aguas que discurren por la quebrada.
Cuando bajó el caudal quedaron expuestos y ellos lo recogieron y les llamó la atención porque no los identificaban como propios y por eso las guardaron para que un arqueólogo los estudie.
El arquitecto sanmarquino primero hizo un reconocimiento de la zona donde se hallaron las evidencias arqueológicas y en este primer registro se identificó ciertas relaciones entre la quebrada Apinkras y otros sitios ubicados tanto en la cuenca del río Santiago y en otras áreas de los Andes y la Amazonía peruana.
También manifestó que esta zona de estudio se encontraba dentro de una gran área de interacción por la presencia de sal, un insumo muy demandado en las culturas antiguas, principalmente en la Amazonía.
Villar Quintana manifestó que los pocos trabajos arqueológicos respecto a la cuenca del río Santiago son del lado ecuatoriano (cuenca alta).
En este lugar, Pedro Porras realizó importantes investigaciones en Cueva de los Tayos, a las que consideró un espacio ceremonial que datarían de 1500 a. C., con evidencias de una interacción entre distintos sitios de los Andes y la Costa. Este estudio confirma la presencia de culturas ancestrales en la zona y se han hallado evidencias de cerámicas similares a los descubiertos en Aprinkas.
Según el arqueólogo Villar, el estudio arqueológico de la quebrada Apinkras en Villa Gonzalo resultan ser trascendentes para entender diversas dinámicas culturales.