Carlos Manrique Carreño, también conocido como 'Cheverengue', fue el fundador del Centro Latinoamericano de Asesoramiento Legal (CLAE), una empresa que implementó una de las estafas piramidales más grandes de América Latina. Manrique engañó a más de 20.000 peruanos en las décadas de 1980 y 1990, prometiéndoles incrementos significativos en sus ahorros a cambio de inversiones en un esquema fraudulento.
A partir de 1978, inició su carrera empresarial con la fundación de una agencia dedicada a la administración de empresas. Con el tiempo, su visión se transformó en una maestra de las estafas, utilizando sus habilidades de persuasión para atraer a miles de personas hacia su esquema piramidal (ponzi) en el CLAE. Esta capacidad le permitió captar anualmente hasta 200 millones de dólares hasta el colapso de su operación a principios de los 90.
Carlos Rema Manrique Carreño nació en Cusco y estudió en escuelas públicas en su ciudad natal y en Lima. A finales de los años 50, abrió con su madre una academia para ofrecer cursos de matemáticas y música, la cual más tarde evolucionaría hacia un centro de asesoramiento de tesis.
Sin embargo, su interés en el mundo empresarial creció con el tiempo, y a inicios de los años 80 comenzó a captar los ahorros de las personas bajo el pretexto de invertirlos en el Centro Latinoamericano de Asesoramiento Legal (CLAE), prometiendo pagarles altos intereses. Manrique se convirtió en un personaje reconocido en el ámbito empresarial, recibiendo múltiples títulos como "Empresario del Año" y "Personaje del Año". Incluso, la revista Interamericana de Derecho Aéreo y Turismo le otorgó un premio por su "destacada labor como empresario", según la BBC.
Durante la crisis económica provocada por la inflación en el primer gobierno de Alan García, el CLAE ofrecía un interés del 100 % sobre los ahorros, atrayendo a una gran variedad de personas que buscaban una oportunidad financiera. Jubilados, miembros retirados de las fuerzas armadas, artistas, futbolistas y amas de casa, entre otros, depositaron ciegamente sus ahorros en busca de un futuro mejor bajo las promesas de Manrique.
Con el tiempo, la empresa se transformó en un esquema piramidal. Al dejar de recibir nuevos depósitos, el flujo de dinero se paralizó, lo que impidió cumplir con las promesas hechas a sus clientes. Manrique se mantuvo en la clandestinidad y huyó a Estados Unidos, donde la Interpol lo capturó en Miami en 1994. Fue acusado de estafa y delitos financieros, y el Poder Judicial lo sentenció a ocho años de prisión, de los cuales cumplió hasta su liberación en 2001.
Carlos Manrique, el hombre detrás del CLAE, falleció en la madrugada del 10 de julio de 2024 en el Hospital Ramón Castilla II de EsSalud en el Cercado de Lima. Su muerte cierra un capítulo oscuro en la historia de miles de peruanos que sufrieron las consecuencias de su estafa.