Gareth Southgate tuvo que tomar la difícil decisión de dejar fuera de la Eurocopa a Harry Maguire. El discutido central del Manchester United, en su momento el defensa por el que más dinero se pagó en la historia del fútbol (87 millones, superados por los 90 que invirtió el Manchester City en Gvardiol), ha sido objeto de memes en ocasiones con sus errores, pero para el seleccionador inglés es un fijo y si no estuvo en la lista es porque llegaba justo por una lesión en el gemelo. Su ausencia, en cierto sentido, ha facilitado la labor del técnico, que ya estaba tentado de romper la habitual dupla Maguire-Stones, por la irrupción de otro joven defensa: Marc Guéhi.
Es quizá el futbolista menos conocido de Inglaterra, pero en Alemania había disputado los cuatro primeros partidos completos hasta que una sanción por cumplir ciclo de amarillas le impidió participar en los cuartos contra Suiza. Pese a ello, está tercero en la estadística de balones recuperados, con 37, solo uno menos que Rüdiger (38, con un partido más), y cuatro de Koundé (41, con dos partidos más). El defensa tiene números así medio en silencio, siguiendo su filosofía futbolística: "Creo que Maldini dijo algo como que si tienes que hacer una entrada es porque no estabas en la posición correcta desde el principio. Si un defensor parece que no está haciendo absolutamente nada en un partido es porque está haciendo absolutamente todo bien. Hay momentos en los que el partido te obliga a hacer esa entrada, pero, por muy loco que parezca, si nadie se da cuenta de mi presencia significa que estoy haciendo mi trabajo", opina.
Eso en cuanto a lo futbolístico. Su filosofía de vida gira alrededor de Dios, heredado de su familia. Su padre es pastor de una iglesia de Lewisham, a la que él acudía todos los domingos. Cuando era más pequeño, a veces incluso se perdía los partidos por ir a rezar, pero llegado un punto en el que ya apuntaba maneras, sus padres siempre le apoyaron en su camino con la pelota. En la iglesia tocaba la batería, instrumento que le sigue acompañando.
Marc Guéhi se mudó a Inglaterra cuando tenía un año desde Abiyán, capital económica de Costa de Marfil. Su trayectoria como futbolista podría considerarse como la ideal: empezó en el Cray Wanderers, club semiprofesional que le dio acceso a la escuela del Chelsea cuando tenía ocho años. Llegó a debutar en el primer equipo en 2019, para después jugar como cedido en el Swansea y acabar en el Crystal Palace en 2021. En tan poco tiempo, ha sido ya capitán, aunque al principio lo rechazó por respeto a los veteranos. "No mucha gente lo sabe, pero fue duro para mí en Swansea. No he hablado de ello, todo el mundo piensa que fue pan comido. Jugué los primeros cuatro partidos y luego ya no lo hice más hasta después del confinamiento (era 2020, el año de la pandemia). Eso me hizo duro mentalmente", admite un futbolista que no es demasiado alto (1,82) para ser central.
Con la selección, pasó por todas las categorías inferiores desde la sub 16 hasta la absoluta. Con la sub 17 fue campeón del mundo en 2017: Inglaterra derrotó en la final con claridad (5-2, uno de los goles de Guéhi) a una España en la que había futbolistas como Ferran Torres y Miranda. Esta Eurocopa está siendo el primer gran campeonato de un defensa que en el Chelsea admiró a Makelele o el portugués Paulo Ferreira. Tras el paréntesis de Suiza, volverá al equipo para enfrentarse a Países Bajos por un puesto en la final.