La Comunidad de Madrid acaba de fijar cuándo tendrán lugar las obras que anunció hace meses para su línea 6 de Metro, la circular, que se renovará de forma integral en el año 2025. Los trabajos se desarrollarán a lo largo de siete meses, de junio a diciembre, y afectarán a todos los tramos de la línea, en dos fases.
Las 28 estaciones de la línea gris del suburbano cerrarán sus 23,5 kilómetros por partes: se junio a septiembre de 2025 se interrumpirá el servicio en el arco suroeste, entre Moncloa y Méndez Álvaro. A continuación, de septiembre a diciembre de 2025, será cortado el tramo noreste que va de Moncloa a Legazpi.
Como es habitual, durante el periodo de cierre habrá un servicio de bus alternativo, del que todavía no se conoce recorrido ni frecuencias. La Comunidad de Madrid asegura que lo definirá ayudándose de encuestas a los propios usuarios a pie de andén, informa la Consejería de Transportes e Infraestructuras.
La línea 6 es la más utilizada por los madrileños, con 94 millones de trayectos en el año 2022 y conexiones con todas las otras líneas de Metro, la red de Cercanías de Madrid y los principales intercambiadores de autobuses.
Las obras contarán con una inversión de 129 millones de euros y contemplarán la sustitución del balasto (piedras que se colocan sobre la plataforma de la vía) y las traviesas de madera por una nueva constituida en su totalidad por vía en hormigonada con elementos de apoyo de última tecnología.
De igual modo, se renovará el carril existente introduciendo soldadura eléctrica y se instalará catenaria rígida en las cocheras de Ciudad Universitaria. También se contempla la optimización del trazado y geometría de vía y la implantación de novedosos sistemas de atenuación de ruido y vibraciones. Se actuará en toda la línea con la excepción de la estación de Arganzuela-Planetario, puesta en servicio en enero de 2007 y una de las más modernas.
De esta manera, la línea 6 se prepara para la llegada de los nuevos trenes, cuya fabricación ya ha sido adjudicada recientemente, y retirar así los modelos más antiguos. De esta forma, la línea se adaptará a los nuevos trenes monotensión de gálibo ancho y electricidad a 1.500Vcc adquiridos recientemente por Metro y que se espera que comiencen a circular a finales de 2026.
Con todos estos trabajos, se espera reducir las incidencias en la vía y los tiempos de recorrido de los trenes, incrementando la fiabilidad de las instalaciones y optimizando las labores y los costes de mantenimiento, han recalcado desde el Gobierno regional.
Este proyecto incluye la automatización de la Línea 6, lo que permitirá poner en circulación un tren cada dos minutos, ahorrar energía, incrementar la flexibilidad y reducir la duración de los viajes. La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, aseguró que el sistema se pondría en marcha en el año 2030.
La técnica permitirá multiplicar por cinco la regularidad de los desplazamientos, ahorra energía al realizar una aceleración y conducción más homogénea y facilitar la respuesta rápidamente a los picos de demanda.
También rebajará los tiempos de espera en andén e incrementará la capacidad de pasajeros por hora. De hecho, con estos trabajos se reforzará el borde de andén de las estaciones para la futura implantación de las puertas automáticas en las mismas que, junto con la renovación de la señalización ferroviaria, permitirá a la compañía metropolitana contar con conducción sin maquinista en la L6.
Con más de 90 millones de viajes registrados en los primeros seis meses de 2024 y una media de 400.000 viajeros diarios, la L6 es la más frecuentada de toda la red, englobando el 16% del total de viajes que se realizan en todo Metro de Madrid.
El primer tramo de la L6, entre Cuatro Caminos y Pacífico, fue inaugurado el 11 de octubre de 1979. A ellos se añadieron los tramos de Pacífico a Oporto en mayo de 1981, y de Oporto a Laguna en junio de 1983. Coincidiendo con el inicio de las clases universitarias en 1987, se inauguró en enero el tramo Cuatro Caminos-Ciudad Universitaria.
Las obras habían sido planificadas para este año y solo en 12 estaciones, pero la llegada del nuevo consejero a Transportes cambió los planes. El pasado mes de febrero anunció que los trabajos tendrían lugar en el año 2025 y que, por ello, la renovación de la parte norte de la línea 1 también se retrasaba. No es probable que haya cierre en esa parte hasta al menos el 2026.