Un incendio forestal alimentado por fuertes vientos se ha desatado este martes en la ciudad portuaria griega de Patras, lo que ha obligado a las autoridades locales a evacuar un hospital infantil y a sus residentes. Los pacientes han sido trasladados a otras instalaciones en otras partes de la ciudad, mientras que 80 bomberos, diez aviones cisterna y 25 vehículos de emergencias luchan contra el incendio. Los residentes de tres zonas diferentes de Patras, la tercera ciudad más grande de Grecia, se han visto obligados a abandonar sus hogares y han podido refugiarse en el centro de la ciudad, según han confirmado funcionarios de protección civil. Otras regiones han emitido avisos de la continuación de los incendios forestales provocados por fuertes vientos y temperaturas elevadas, y hace que Grecia se enfrente a lo que el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vassilis Kikilias, ha calificado como su « peor temporada de incendios forestales en 20 años ». El alcalde de Patras, Kostas Peletidis, ha comunicado a la emisora pública ERT que la situación estaba mejorando : «Por supuesto que no ha terminado, pero por ahora ninguna casa está amenazada por las llamas», afirmó. El Observatorio Nacional de Atenas ha registrado 37 grados en la región de Ática, que rodea Atenas. Las autoridades advirtieron el miércoles sobre un « riesgo muy alto » de incendios forestales en seis regiones, incluidas el centro de Grecia, el Peloponeso, el Ática y las islas nororientales del mar Egeo, como Lesbos. En algunas partes del país las temperaturas superarán los 40º con picos de 41º a 42º y vientos de entre 39 a 49 kilómetros por hora, según el meteorólogo Meteo.gr. Los fuertes vientos y las condiciones de sequía han avivado los incendios en las últimas semanas en el área alrededor de Atenas, en la isla de Quíos, cerca del continente turco, y en el Peloponeso. Si bien las temperaturas de junio en Grecia normalmente no superan los 30º-31º, el país ha registrado en 2024 su junio más caluroso desde 1960 , según han confirmado los expertos. Los científicos dicen que el cambio climático hace que los fenómenos meteorológicos extremos, incluidas las olas de calor, sean más probables, más duraderos y más intensos.
