La Municipalidad de Lima, bajo el mandato de Rafael López Aliaga, se encuentra en el centro de una nueva controversia. Los vendedores de emoliente del Centro Histórico han alzado su voz en protesta para denunciar un trato injusto por parte de las autoridades municipales. Esta situación ha escalado tras la emisión de la resolución gerencial D005-2024 por la Gerencia de Desarrollo Económico de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML).
La reciente resolución de la MML establece que los vendedores de emoliente, junto con canillitas y lustradores de zapatos, serán reubicados a distritos aledaños al Cercado de Lima. Según las autoridades, esta medida busca mejorar el tránsito peatonal y vehicular en el centro de la ciudad. Sin embargo, los comerciantes afectados aseguran que sus puestos no interfieren con el tráfico y que la reubicación es arbitraria e injusta.
En respuesta a esta resolución, los vendedores de emoliente han tomado las calles del Centro de Lima en una huelga. Felix Solano, representante legal del gremio, expresó a La República el descontento de sus representados y destacó que la medida no considera la realidad del comercio en la zona. Los vendedores han ocupado estos espacios estratégicos durante años sin generar problemas de tránsito.
Felix Solano y los vendedores de emoliente sostienen que la resolución de la municipalidad carece de validez. Según Solano, los puestos de emoliente no obstaculizan el tránsito y su reubicación no resolvería ningún problema real. Al contrario, la medida podría crear conflictos con los vendedores de los distritos a los que serán trasladados.
El representante legal del gremio enfatizó que la reubicación a lugares como Barrios Altos y La Cachina no solo es innecesaria, sino también peligrosa para los vendedores. Solano cuestionó la lógica de enviar a los emolienteros a zonas como el cementerio, donde su clientela es prácticamente inexistente. Los comerciantes piden la anulación de la resolución gerencial y la intervención del alcalde para evitar abusos.
“Reubican a los emolienteros fuera del Cercado de Lima y los envían al cementerio, ¿a quién van a vender en el cementerio? ¿Las almas saldrán a comprar emoliente? Están enviando (a los emolienteros) a lugares que son peligrosos, a Barrios Altos, a La Cachina. La marcha busca que se anule esta resolución gerencial. No vamos a permitir abusos, señor alcalde”, dijo el abogado.
Además de su impacto económico, los vendedores de emoliente juegan un papel importante en el turismo y la historia cultural de Lima. Solano destacó que estas bebidas tradicionales han sido consumidas desde la época del virrey José Fernando de Abascal. La eliminación de estos puestos no solo afectaría a los vendedores, sino también a la rica herencia cultural de la ciudad.
No solo los vendedores de emoliente están en pie de lucha. La semana pasada, los gremios de canillitas y lustradores de zapatos también protestaron contra la reubicación. Ellos argumentan que la postura de la Municipalidad de Lima es arbitraria y no considera las consecuencias negativas de trasladarlos a otros distritos. La unidad de estos gremios refleja la creciente insatisfacción con las decisiones de la administración municipal.