El punto número tres del Pacto de Mayo establece "la reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno". Si se analizan distintas series del gasto estatal durante los últimos años, implicaría llevar las erogaciones del gobierno a los valores más bajos en 20 años.
Durante su discurso por el 9 de julio, el presidente, Javier Milei, dio pistas de por dónde arrancarán los recortes: apuntó a las provincias y municipios, y más concretamente a los empleados públicos. "Llegar a un peso del Estado razonable requiere que todos los niveles del Estado hagan su parte", afirmó, y agregó que la Nación ya demostró el "compromiso", al hacer en 2024 "la reducción de gasto más grande de la historia".
El último dato del gasto público total es del 39,5% del PBI, correspondiente al año 2023, según un trabajo realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Bajarlo casi 15 puntos sería equivalente a un recorte de alrededor de u$s 65.000 millones, según estimó Anaytica al tipo de cambio oficial y considerando la proyección de PBI a precios constantes del 2004.
Si se analiza por nivel de gobierno, se compone de: 51% Nación, 40% las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires y 9% los municipios.
En cuanto a qué se destinan esos casi 40 puntos del PBI, se destacan: 12,2% al pago de sueldos, donde el 65% se concentra en las provincias, que se encargan de prestaciones "intensivas en mano de obra, como la salud y la educación", describe el IARAF.
Sobre este punto, Milei dio pistas de por dónde arrancarán los recortes: "El 44% del gasto del Estado de nuestro país corresponde a las provincias y los municipios. Por cada empleado del Estado Nacional hay cinco empleados provinciales". Luego, cuando habló sobre el capítulo de reforma laboral, agregó: "Lo único que sí creció en la Argentina en los últimos 10 años fue el empleo público, que en los gobiernos provinciales creció un 35% del 2011 hasta acá".
El segundo gasto más importante, de 9 puntos del PBI, son las prestaciones de la seguridad social, donde el 75% lo paga la Nación. Le siguen las transferencias corrientes, donde están los subsidios, los programas sociales y las universidades (8,2% del PBI).
Solo esos tres ítems representan el 75% del gasto público consolidado. En el 25% restante se encuentran: el gasto en bienes y servicios, donde están las empresas públicas (3,4% del PBI), la inversión real directa (3%), el gasto en intereses de deuda (2,1%), las transferencias de capital (0,9%), y el déficit operativo de empresas públicas (0,6%).
El 2023 cerró con un gasto público de 39,5 puntos del PBI. Para llegar al 25% que se propone el presidente, Javier Milei, y los gobernadores del Pacto de Mayo, hay que remontarse al 2004, cuando fue del 25,6% del PBI. La diferencia en puntos porcentuales del PBI es de 13,9, significando que, dado el PBI, el gasto total de 2023 debería reducirse un 35%.
Volver a un 25% del PBI sería algo así como retomar el "promedio histórico". Según una serie realizada por el economista Julián Folgar, profesor en finanzas públicas de la UBA, el promedio de gasto primario del sector público fue de 24% entre 1960 y 2006.
¿Cómo se aumentó casi 15 puntos en una década? Según los números analizados por Folgar, se explicó por el aumento de las pensiones en 4,6% del PBI, la suba de los subsidios (2,2%), los salarios públicos (2,1%) y los beneficios sociales (1,6%).
Sobre el objetivo que se plantea el Pacto de Mayo en materia de gasto, Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, analizó: "El objetivo es loable y nadie puede estar en desacuerdo, principalmente porque tenemos un nivel de gasto público que no se puede financiar. Ahora, detrás hay demandas de diferentes sectores y sobre eso me parece que es más importante lograr acuerdos, sobre quiénes y cómo debe recaer el ajuste. Principalmente porque la mayor proporción de las erogaciones públicas nacionales son jubilaciones y pensiones".
El IARAF proyecta que el gasto total a nivel nacional debería reducirse en 7,9 puntos porcentuales del PBI, lo que representa una disminución real del 39%. El gasto total de las provincias debería disminuir en 4,7 puntos porcentuales (-30% real). Y, se espera que el gasto total a nivel municipal descienda en 1,2 puntos, con una baja real del 34%.
A nivel nacional, el Gobierno nacional firmó con el FMI una reducción de 5 puntos del PBI. De hecho, si se anualizaran los recortes de gasto del primer trimestre, se tiene que la reducción del gasto es del orden de 6 puntos.
Según el camino que espera el IARAF, en Nación los tres gastos que registrarían el mayor descenso serían el déficit operativo de empresas públicas nacionales, la inversión real directa y el gasto en transferencias corrientes desde la nación.
En las provincias, los mayores recortes podrían venir de las prestaciones provinciales de la seguridad social y la inversión real directa provincial, en un contexto donde están avanzando en las obras públicas que abandonó la Nación.
En los municipios, serían la inversión real directa municipal y el gasto municipal en bienes y servicios.