En los tiempos en los que nos encontramos, a nadie se le escapa que la lavadora es uno de los electrodomésticos que llegaron a nuestros hogares para quedarse, de los que de verdad nos hacen la vida más fácil. Nos ayudan a mantener limpia nuestra ropa y la de nuestras casas con un simple gesto.
Ahorran energía y agua. Y tiempo, nos ahorran mucho tiempo. Hoy en día las encontramos de carga superior, frontal, compactas, programables, con un sinfín de funciones y hasta que lavan y secan en un mismo aparato.
Las primeras funcionaban a mano. Y aunque su uso era infinitamente mejor que cargar con kilos de ropa hasta el lavadero público y tener que frotar a mano durante horas y horas al aire libre, seguían siendo bastante engorrosas. En 1851 James King inventó la primera lavadora mecánica, aunque no fue hasta siete años después cuando Hamilton Smith patentó el modelo rotativo. Y en 1868, Thomas Bradford creó un modelo muy parecido a las actuales. La primera lavadora automática se presentó en 1937 por Bendix Home Appliances.
En la actualidad, podemos encontrar lavadoras en casi todos los hogares, y junto con el frigorífico es uno de los grandes electrodomésticos preferidos por los consumidores. Aunque con el paso de los años los aparatos se han ido mejorando y con la competencia entre distintas marcas, se ha democratizado su uso, siguen suponiendo un gasto elevado.
Al estrenar los electrodomésticos todos hacemos propósito de seguir las instrucciones del fabricante para mantenerlos como nuevos, pero no siempre cumplimos con nuestras expectativas y solo nos acordamos de lo importante que es realizar limpiezas periódicas cuando se nos averían. Mantener los electrodomésticos como el primer día, limpios y funcionales por dentro y por fuera, es una tarea que puede ahorrarnos más de un disgusto antes de tiempo, sobre todo si se nos acaba de terminar la garantía.
Para ello, muchas de las lavadoras que encontramos en el mercado cuentan ya con la función de autolavado incorporada, pero si no es así, no te preocupes porque vamos a contarte cómo puedes realizar tú una correcta limpieza de tu electrodoméstico.
En caso de que tu lavadora tenga botón de autolavado, lo único que tendrás que hacer es leer el manual de instrucciones del aparato para saber cómo funciona ese sistema y accionar el botón de autolavado o autoclean, en inglés. Hacerlo de vez en cuando permitirá mantener en buena forma los componentes internos de la lavadora. Sirve, además, para evitar los malos olores y el moho que se va acumulando lavado tras lavado.
Algunas máquinas, a pesar de no tener tecla específica de autolavado, sí que incorporan esta función pero para activarla hay que presionar dos teclas al mismo tiempo. Para saber cuáles son tendremos que dirigirnos al manual del fabricante.
No funciona como un lavado normal, por lo que debes saber que no será necesario que utilices detergente. Es la propia máquina, con su tecnología y nada más, la que se encarga de realizar este proceso para eliminar restos de polvo y otros residuos.
Si tu lavadora no tiene la función de autolavado, te damos una serie de recomendaciones para que puedas mantener la suciedad a raya:
Para limpiar el filtro, sigue estos pasos: