Mudarse a otro país es una experiencia enriquecedora que ofrece la oportunidad de explorar nuevas culturas, conocer diferentes estilos de vida y ampliar horizontes personales y profesionales. Durante estas estancias, los choques culturales suelen ser grandes, sobre todo si se emigra de países del sur de Europa a países de otro continente con una cultura totalmente distinta a la europea.
Los estilos de vida son totalmente diferentes. Mientras que los países occidentales llevan un estilo de vida mucho más cosmopolita, donde imperan las grandes urbes, los países asiáticos se caracterizan por sus escasos núcelos urbanos hiperpoblados y, sobre todo, por sus grandes zonas rurales.
En este sentido, es habitual que las personas que comienzan este nuevo capítulo en su vida utilicen las redes sociales para explicar las diferencias y los choques culturales a los que se enfrentan día a día. Por lo que, principalmente a través de TikTok, se comparten experiencias e impresiones a modo de diario personal. Así, la influencer Nuria Pérez (@nuriape__), residente en Japón desde hace diez meses, comparte este tipo de contenido a través de su perfil en TikTok, y uno de los últimos vídeos ha versado sobre varias curiosidades del pueblo japonés.
Nuria Pérez Tsujimoto se convirtió en una de las estrellas revelación de TikTok de 2023. La creadora, de 23 años, es "medio española y medio japonesa", ya que nació en Valladolid y parte de su familia es japonesa, residentes en la ciudad de Takashima.
De esta manera, gracias a su doble nacionalidad, en verano de 2023 decidió comenzar con el proceso para tramitar su pasaporte para poder mudarse por completo a Japón, haciendo efectivo este desplazamiento en el mes de septiembre del año pasado.
Desde entonces ha estado viviendo en Tokio, hasta que el pasado jueves se mudó al pueblo de sus abuelos para pasar sus "últimos días en Japón". Así, el vídeo comienza con la influencer corriendo por los campos de arroz a las cuatro de la mañana, con un sol deslumbrante, ya que el día anterior, asegura, se acostó a las ocho de la tarde.
Posteriomente, Nuria hace una visita a sus abuelos, que se levantan a las seis de la mañana, para después ir a su casa para ducharse y desayunar con su madre. Poco después, la influencer narra cómo se hace la compra en Japón, acompañada de sus abuelos. "Que por cierto, mirad aquí lo pequeños que son los carritos de la compra. Como aquí la gente es tan petit y tan bajita, hacen los carritos a su medida. Mirad mi abuela, qué tierna", comenta Nuria.
Ya por la tarde, la influencer cuenta que es habitual que su abuelo, de 82 años, se vaya después de comer a hacer deporte. "Después de la merienda, me fui con mi abuelo a dar unas bolas al golf. Miradle con sus 82 años, el tío", comenta la influencer, "y, bueno, pues luego estoy yo, aquí con mis 24 años. Así que, pues nada, sentarse, ver, oír, callar y animar", finaliza Nuria.
Después, nieta y abuelo regresan al domicilio para cenar tras una tarde de actividad física. "Hicimos para cenar Sukiyaki Gohan, que se hace con las sobras del día anterior del sukiyaki, porque aquí, como buenos japoneses, se aprovecha todo", remarca la joven mientras describe que en el plato se mezcla "bien de carne, bien de arroz, bien de huevo".
Finalmente, el día acaba con Nuria yéndose a dormir en el futón, que es la cama japonesa, que le había dejado preparado su abuela, mientras aseguraba que el futón es "mucho más cómodo que una cama".
