El mercado laboral ha mostrado un “fuerte dinamismo” durante el último año, la tasa de empleo ha alcanzado “niveles récord” en una década y, aunque a un ritmo más lento, se prevé que el PIB siga expandiéndose. Sin embargo, a pesar de las tendencias positivas, “España se encuentra entre los países de la OCDE donde los salarios reales han caído más desde el inicio de la pandemia”, según el informe 'Perspectiva de Empleo 2024', publicado este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
La organización, que en los últimos meses ha aplaudido políticas del Gobierno de coalición, como la reforma laboral o la subida del salario mínimo interprofesional, indica en su informe que “aunque los salarios han aumentado por encima de la inflación en 2023 y a principios de 2024”, estos incrementos no han servido para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los años previos. En concreto, los sueldos “seguían siendo un 2,5% más bajos en el primer trimestre de 2024 que en el cuarto trimestre de 2019”.
La OCDE indica que esta situación no es generalizada, porque la mitad de los países, y cita como ejemplo a Portugal y Francia, que conforman la organización han recuperado, e incluso superado, el valor real de los salarios anterior a la crisis sanitaria.
La organización señala que “a medida que los salarios reales están recuperando parte del terreno perdido, las ganancias están comenzando a amortiguar parte del aumento de los costos laborales”. Esto hace que haya “margen para que las ganancias absorban nuevos aumentos salariales” porque “no hay señales de una espiral de precios-salarios”, en contra de lo que argumentan muchas voces contrarias a medidas como la reducción de la jornada laboral sin disminución de los salarios.
El informe indica que España enfrenta un inflación interanual más alta que la media de la zona euro, con un 3,8% y un 2,6% respectivamente en mayo. Esto, apunta, “plantea un desafío persistente al crecimiento de los salarios”. Sin embargo, un informe de Comisiones Obreras, publicado en abril, venía a señalar que las empresas habían aprovechado la crisis de la inflación para disparar su beneficios, sin que estos tuvieran un impacto equivalente en las remuneraciones de las personas trabajadoras. “En términos absolutos, los márgenes empresariales han crecido el doble (un 63,8%) que los salarios (29,8%) entre 2018 y 2023. Esto evidencia un desigual reparto del valor añadido creado en los últimos años”, indicaban desde el sindicato.
En su 'Perspectiva de Empleo 2024', la OCDE vuelve a aplaudir el aumento del salario mínimo que, a diferencia de otros, ha aumentado por encima de la inflación. “España ha llevado a cabo aumentos anuales, que han llevado a un aumento acumulado nominal del 26% desde antes de la pandemia” que no ha generado “un desafío significativo al crecimiento del empleo, que ha sido sólido durante todo el periodo”. De hecho, los datos de empleo marcan récord prácticamente mes a mes. En junio, la afiliación a la Seguridad Social rozó los 21,4 millones de personas.
El paro también tiene un apartado en el informe de la OCDE. Y es, junto a los salarios, un foco de mejora. “La tasa de desempleo ha alcanzado un mínimo histórico desde la crisis financiera mundial (que comenzó en 2008), pero sigue siendo la más alta de todas las economías” de la organización, indican. En mayo se situaba en el 11,7%, casi 7 puntos porcentuales más que el promedio, y estiman que “es probable que se modere la creación de empleo”. Según sus proyecciones, el paro podría seguir cayendo, pero a un ritmo más lento, hasta el 11,5% a finales de este año y al 11,1% en el último trimestre de 2025.
Después de que la economía española volviese a sorprender al alza, con un crecimiento del 0,8% en el primer trimestre del año, la OCDE prevé que el PIB siga expandiéndose, aunque “a un ritmo más lento en comparación con años anteriores”. “Se espera que se modere al 1,8% en 2024 y al 2% en 2025, tras tasas de crecimiento sólidas en 2023 y 2022”, indica.