El recorrido de la formación superior supone prepararse para destacar en un mercado laboral cada vez más competitivo y globalizado, ante el que la universidad (y la Formación Profesional) cuentan con todo tipo de alternativas para hacer 'match' entre la educación y el desarrollo profesional. Una ruta que describimos en estas líneas desde sus mismos inicios (en grado y posgrado) hasta asomarse al primer empleo, al primer paso de una carrera profesional en tiempos en los que, año a año, se confirma que asistiremos a una especial movilidad no sólo en el mismo puesto de trabajo, sino en cambios de empresa e, incluso, cambios de ritmo, vía 'upskilling' o 'reskilling' en la era de la formación continua. Así sucede en los diversos casos descritos a continuación, con aspectos a destacar como la necesidad de más estudiantes femeninas en disciplinas STEM, la ratificación de la importancia del estudio de los datos, la proyección internacional, la importancia de la confluencia de teoría y de práctica... Alicia Guerrero superó con buena nota la EVAU antes de decidirse por el Doble Grado de Ingeniería Informática y ADE de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en concreto en su Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos, toda una referencia. «Para tomar la decisión (señala), consulté tanto con antiguos alumnos como con diversas personas de alta experiencia profesional, obteniendo siempre una visión muy positiva sobre mi elección. Además, escogí la Universidad Politécnica de Madrid, pues para mí es la universidad tecnológica de referencia en España con un prestigio y garantía formativa inigualables». «Tengo que reconocer (continúa Alicia) que el desarrollo de este primer curso no ha estado exento de dificultades, pero las he podido superar trabajando siempre con continuidad, con dedicación y con esfuerzo. Estoy muy contenta con mi elección y por ahora se han cumplido todas las expectativas que tenía. En un solo año he aprendido mucho más de lo que esperaba y además sobre disciplinas que me han sorprendido gratamente». En este contexto, destaca la asignatura de Ciencia de la Economía «uno de los fundamentos esenciales de nuestra sociedad y el complemento perfecto de la ingeniería informática. Al tratarse de dos grados diferentes, el aprendizaje ha sido, sin duda, muy variado y entretenido». Un ilusionante comienzo de etapa en el que, por su parte, ayuda a incrementar el porcentaje de mujeres en los estudios STEM. Paloma de Mesa, estudiante de segundo año en el programa de ADE con Business Analytics en el IEB (Instituto de Estudios Bursátiles) destaca cómo «escogí esta universidad por su excelente reputación en el campo de las finanzas y por las recomendaciones positivas de antiguos alumnos». «Desde el primer día (continúa), me he sentido apoyada y motivada por la calidad del profesorado, quienes tienen una amplia experiencia en el sector financiero y ofrecen un lado práctico que complementa el contenido teórico». Paloma también subraya la importancia del rigor académico: «Las clases están siendo desafiantes y enriquecedoras en su totalidad, implantando, desde el primer momento, la visión práctica, tan buscada en los programas de IEB». Los proyectos en los que ha participado, con compañías internacionales como, entre otras, EY o Telefónica, le han permitido aplicar lo aprendido en clase en un entorno real y adquirir habilidades prácticas esenciales para su carrera. Un desempeño, un desafío continuo, al que Paloma añade la importancia de «un ambiente acogedor, personal, y de apoyo, que permite hacer amistades duraderas y aprender de profesionales de forma muy cercana. La organización de diversos eventos de networking y charlas del sector son frecuentes, ofreciendo todo tipo de oportunidades adicionales para aprender y para crecer profesional y personalmente». Una enriquecedora experiencia, que recomienda «por cursar un grado más una titulación ya sea de Mercados Bursátiles, de Business Analytics o de Relaciones Internacionales». En el caso de Sofía Paniagua, «y después de cuatro años de estudio en la Universidad CEU San Pablo, puedo decir que soy biotecnóloga. La etapa universitaria ha sido, sin duda alguna, una de las más bonitas de mi vida, pero, sobre todo, destacaría el último año de estudios, el cual he podido vivir, disfrutar, de forma más emotiva, al haber tenido el placer de representar a todos mis compañeros como delegada general de la universidad». El nivel del profesorado, la cantidad de técnicas aprendidas y las horas de laboratorio se unen a la amistad fraguada con sus compañeros: «En el CEU no sólo he tenido la oportunidad de desarrollarme profesionalmente, personalmente también ha tenido un gran impacto gracias a las diferentes actividades, concursos, programas y clubes que se llevan a cabo. Ahora, empiezo una nueva etapa, ya que en octubre comenzaré un MBA en Industria Farmacéutica, con el objetivo de trabajar en las mejores farmacéuticas el día de mañana. En todo caso, estoy segura de que en unos años volveré al CEU, volveré a la que siempre será mi casa». Nicolás Martínez de Urbina Benito remató su primera fase de formación con el Máster Universitario en Ingeniería industrial de la Universidad de Navarra. Y ya se encuentra de lleno en un ilusionante camino de investigación académica, en línea con la cada vez mayor conexión entre la Ingeniería y el mundo de la gestión empresarial, de la innovación, impulsado «por la motivación, el esfuerzo, la responsabilidad»: «Acabo de regresar de Roma tras participar en el programa 'Seeds For The Future', junto a 150 jóvenes promesas de futuro de toda Europa seleccionados por Huawei Technologies». Nicolás ya prepara su próximo viaje a Los Ángeles para incorporarse al Departamento de Computación Cuántica de UCLA (Universidad de California-Los Ángeles) en un proyecto en colaboración con la Universidad de Stanford. «Mi máster en la Universidad de Navarra (destaca Nicolás) fue 'bestial' una realidad de futuro, aprendizaje, empresa, trabajo y enormes mentores que me han aportado una gran visión de profesionalidad que tendré presente en todo mi futuro. Esta visión que me ha ido aportando el máster más el saberme capaz de asumir retos mayores (un aprendizaje que me aportó desde muy joven el haber realizado dos bachilleratos simultáneamente) me llevó a compaginar mis estudios y liderar al mismo tiempo un proyecto ingeniería en Inteligencia Artificial aplicada a la educación de dos millones de dólares». Daniel Ballesteros terminó hace años el grado de Estadística y actualmente está opositando, con un desafío añadido: «En la oposición que estoy preparando hay una parte importante de Economía, un campo totalmente desconocido para mí». Daniel decidió, por lo tanto, matricularse en el Grado de Economía de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) «para cursar las asignaturas que cubren el temario de la oposición. Según iba avanzando, en concreto la parte de Microeconomía, se iba despertando más mi interés en la materia por sus diversas aplicaciones prácticas». Su siguiente paso fue matricularse en el Máster de Investigación de la Economía para ahondar más en la Microeconomía y explorar sus límites, particularmente la incidencia de los comportamientos más irracionales o inconscientes en los hábitos de compra. Con ventajas como «su adaptabilidad, que permite que puedas gestionar tu tiempo». A punto de acabar, se declara muy satisfecho con lo estudiado y deja la puerta abierta a poder aplicarlo a la investigación en un futuro.