“
Se pasa mal. Aunque lo prepares perfecto como hice yo, que pude encontrar un trabajo que me gustaba,
tienes que hacer como un duelo, porque tienes que entender que eso no vuelve. Hay que ver el deporte de otra perspectiva, desengancharte de la adrenalina”, arranca
Erika Villaécija. Han pasado más de cinco años y medio desde que anunció su retirada de la alta competición, convertida en una de las grandes de la natación española. Un tiempo que le ha servido para encontrar una nueva vida más allá del deporte de alto nivel y para hallar al mismo tiempo la manera de seguir dejando su sello en la natación española.
Seguir leyendo...