Ciudad de Panamá. El administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, anunció este lunes la construcción de un nuevo embalse en seis años, con una inversión de $1.600 millones, para asegurar el suministro de agua y mantener la operación de la vía interoceánica.
El proyecto, que será licitado, implica la construcción de una represa en el río Indio, al oeste de la vía marítima, para evitar futuras restricciones en el tránsito de buques por escasez de agua, como ocurrió en 2023.
A diferencia del Canal de Suez, la vía panameña no utiliza agua de mar, sino agua dulce proveniente de lluvias, antes abundantes. “Hablamos de seis años”, respondió Vásquez a periodistas sobre el tiempo estimado para la finalización del nuevo embalse.
Canal de Panamá se acerca a la normalidad tras crisis por sequía
La subadministradora del Canal, Ilya Marotta, explicó que esos seis años incluyen “todo el trabajo social” con las más de 2.000 personas que se verán afectadas por la obra, así como la construcción de la represa y su llenado.
El costo aproximado del proyecto “excede los $1.200 millones solo en construcción física” y “aproximadamente $400 millones” adicionales en la atención a las comunidades afectadas que deberán ser reubicadas, agregó Vásquez.
La semana pasada, la Corte Suprema dispuso que las aguas del río Indio puedan ser utilizadas por el Canal de Panamá.
Esta vía interoceánica, por donde pasa el 6% del comercio marítimo mundial, funciona con el agua almacenada en los lagos artificiales Gatún y Alhajuela.
Por cada barco que transita se vierten al mar unos 200 millones de litros de agua dulce, que el Canal obtiene de una cuenca hidrográfica que también abastece de agua potable a la mitad de la población del país.
La represa del río Indio permitirá transferir agua a través de un túnel de 8 kilómetros al lago Gatún.
La cuenca del Canal fue reformada por última vez en 1935, cuando se registraban unos 6.000 tránsitos, menos de la mitad que ahora, y la población panameña no llegaba al medio millón, contra los 4,4 millones actuales.
En 2023 se encendieron las alarmas cuando la sequía causada por el fenómeno de El Niño llevó al Canal de Panamá, cuyos principales usuarios son Estados Unidos, China y Japón, a reducir de 38 a 22 el tránsito diario de buques y de 15,2 metros a 13,4 metros el calado de las naves.
Además del proyecto del río Indio, las autoridades del Canal estudian otras alternativas para garantizar el suministro de agua a la vía interoceánica, de 80 kilómetros.
“A corto plazo, este es un primer paso necesario, pero no es suficiente, eso hay que tenerlo claro”, señaló Vásquez.
El agua en esta cuenca “estaría agotada en 10 años” si no se realizan ahorros o nuevos proyectos de infraestructura, advirtió Óscar Ramírez, miembro de la junta directiva del Canal de Panamá.