Además de garantizarle su reelección, las reformas a los estatutos del PRI otorgan al dirigente nacional, Alejandro Moreno, superfacultades que le permiten nombrar liderazgos nacionales y locales, cambiarle el nombre al partido, reducirlo, reestructurar sus sectores y modificar hasta su concepción ideológica.
El artículo 178 establece que “las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional y Directivos de las entidades federativas, durarán en su función cuatro años, y podrán ser electas hasta por tres periodos consecutivos. Los Comités Municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, durarán en su función tres años, y podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos”.
Aclara, en sus artículos transitorios, que “para los efectos de la reforma al artículo 178 de los Estatutos, las personas actualmente titulares de la presidencia y la secretaría general de los Comités Ejecutivo Nacional, Directivos Estatales, Municipales y de las Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México, podrán participar en el proceso de renovación ordinario inmediato, considerándose su elección inmediata anterior, como la primera de las que prevé el citado precepto”.
Las reformas estatutarias le facultan también para designar y controlar sus liderazgos en las dos cámaras del Congreso de la Unión, Congresos locales y de sus 32 dirigencias estatales.
Con ello, los diputados y senadores ya no podrán elegir y nombrar a sus coordinadores como se hace ahora, sino será el presidente del partido quien hará las designaciones y podrá destituirlos si así lo decide.
En sus documentos básicos se incorporó también facultades para revisar y recortar la estructura del partido, mediante la fusión de áreas y organismos, como el Instituto Reyes Heroles y la Fundación Colosio.
También prevén la disminución de los integrantes del Consejo Político Nacional, a través de la reducción de los representantes de los sectores del partido en este máximo órgano de decisión, de los presidentes municipales, legisladores, dirigentes estatales, entre otros representantes que lo conforman.
De acuerdo con lo anunciado en la Asamblea, también se modificará la concepción ideológica del PRI. El coordinador de la mesa de reformas a la Declaración de Principios, Rubén Moreira, adelantó que “siendo autocríticos con el pasado, expulsemos del ideario al neoliberalismo, así como a las políticas de ese modelo, generadoras de pobreza, violencia y desigualdad social, políticas que nos distanciaron de gran des grupo de la población”.
La responsable de la mesa de reformas al Programa de Acción, la diputada Marcela Guerra, anunció que se consolidará al PRI como un partido de centro izquierda. El propio Alejandro Moreno expuso que “nos hemos reafirmado como partido en la democracia social”.