Fernando Martín-Sánchez
Hay dos pitchers guindas que están atravesando un buen momento en sus equipos de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Hablamos de José Luis Bravo y Edgar Arredondo, quienes, a sus 27 años, están mostrando consistencia como abridores, lo cual es una buena noticia para los Tomateros de cara a la próxima campaña.
Por un lado, José Luis Bravo, quien apenas el año pasado debutó en LMB tras ser dejado en libertad por Minnesota, se está consolidando en 2024 como uno de los brazos fuertes en la rotación abridora de los Diablos Rojos del México. En sus primeras 8 aperturas, tiene marca de 4-1 con 3.92 en carreras limpias, destacando su efectividad de 1.80 en casa, un parque que se caracteriza por ser favorable para los bateadores.
Ya en invierno, el serpentinero tijuanense nos ha demostrado su calidad, apenas viene de una campaña en la que impuso marcas personales en varios departamentos. Fue su mejor calendario en victorias con 7, en ponches recetados con 56 y también la temporada con más aperturas (12) e innings lanzados (66.1). Además, su efectividad de 2.85 en limpias permitidas lo colocó como uno de los candidatos a pitcher del año en el circuito.
Con Bravo, es la confirmación de que está en uno de sus mejores momentos como profesional al mantener la consistencia en verano e invierno. Sin embargo, en el caso de Edgar Arredondo, es todavía más satisfactorio lo que está haciendo con los Acereros de Monclova.
Recordemos que, desafortunadamente, en el pasado invierno, Arredondo tuvo una temporada complicada. Empezó como parte de la rotación, después pasó al bullpen y al final quedó fuera del roster. Quizá la falta de confianza en sus lanzamientos tras los problemas de lesiones en años pasados lo llevó a tener una campaña en la que terminó con una marca de 0-5 y efectividad de 7.65.
Por eso es importante reconocer lo que ha logrado este verano con los Acereros. En sus primeras 6 salidas como abridor, el culichi tiene un récord de 2-0 con 3.30 en limpias admitidas, incluyendo un par de aperturas en las que ha trabajado 5 innings sin permitir daño. Su WHIP es de 1.23 y la oposición le batea para .259.
Esperemos que los problemas en el brazo de Arredondo hayan quedado atrás y que recupere esa confianza en el montículo, para que nuevamente pueda ser un brazo importante para los guindas en esta temporada, así como lo fue en sus primeros años.
Ambos lanzadores son todavía jóvenes, que a sus 27 años quieren integrarse a ese grupo selecto de serpentineros que son élite tanto en verano como en invierno. Esto sería una buena noticia para los Tomateros, que podrían seguir teniendo una de las mejores rotaciones del circuito con brazos nacionales.