Por tradición, cuando los termómetros suben, no tardamos en echar mano a los helados para refrescarnos. Aunque los helados caseros elaborados con frutas naturales son la opción más recomendada por los expertos en nutrición, no todo el mundo tiene ni el tiempo ni las ganas de prepararlos en casa.
Para aquellos que buscan alternativas convenientes en el supermercado, es importante conocer cuáles son las opciones más apropiadas, aunque en general, no son alimentos saludables y se deben consumir con moderación.
Los expertos en salud sugieren limitar el consumo de helados comerciales a dos veces por semana, como máximo, y siempre dentro de un patrón alimenticio equilibrado, para minimizar al máximo su impacto en la salud.
Según la OCU, los helados más saludables del supermercado son aquellos que reciben una calificación de letra C o superior en el NutriScore. Estos helados destacan por tener un equilibrio 'aceptable' entre nutrientes beneficiosos como proteínas, fibras o frutas, y componentes que pueden tener efectos negativos como grasas saturadas, azúcares o sal.
Eso sí, tanto la OCU como los nutricionistas recomiendan, optar por helados que contengan ingredientes naturales y evitar aquellos con muchos aditivos, como colorantes o aromas artificiales.
Entre los helados analizados, algunos de los mejores incluyen:
Tener la opción de disfrutar de un helado no tiene por qué comprometer nuestra salud. Los helados caseros son una alternativa refrescante y nutritiva que nos permite evitar los ingredientes artificiales y azúcares procesados presentes en los helados comerciales.
Además, hacer nuestros propios helados nos brinda la oportunidad de experimentar con ingredientes frescos y naturales, adaptando las recetas a nuestros gustos.
De hecho, una de las principales ventajas de los helados caseros es que podemos elegir y controlar los ingredientes que utilizamos. Lo ideal es optar por frutas frescas y congeladas, leche o leches vegetales e incluso podemos agregar ingredientes adicionales como yogur griego, nueces o semillas. Esto nos permite disfrutar de un postre refrescante y lleno de sabor y al mismo tiempo, beneficiarnos de los nutrientes presentes en los ingredientes seleccionados.
Al utilizar frutas frescas, los helados caseros se convierten en una excelente fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes. Por ejemplo, los helados de frutas como la fresa, el mango, el plátano o la piña nos aportan vitamina C, vitamina A, fibra y potasio. Estos nutrientes son esenciales para fortalecer nuestro sistema inmunológico, mejorar la salud cardiovascular y mantener una buena digestión.
