Artículo de opinión. Finalizado el torneo de fútbol mayor femenino es momento oportuno para recapitular lo hecho por Tsunami Azul, Puerto Viejo, Pérez Zeledón, Pococí, Saprissa FF, Dimas Escazú, Sporting y Liga Deportiva Alajuelense.
La conquista del heptacampeonato de Liga Deportiva Alajuelense fue el desenlace de la historia. Entre muchas otras cosas, el torneo de Apertura 2024 se inició con la expectativa de cuál sería el nivel de los dos nuevos equipos: Tsunami Azul y Puerto Viejo.
El primero por derecho propio, al ganar la Liga de Ascenso. El segundo, por adquirir la franquicia descartada por el Club Sport Herediano.
El hecho de ser equipos de zonas rurales o costeras, donde las carencias económicas y de logística abundan, hacía dudar si serían propuestas exitosas y cómo impactarían al torneo.
Gratamente, ambos equipos fueron “in crescendo”, principalmente Puerto Viejo FF, que mostró un punto de inflexión a partir del día en que pudo jugar en su propio estadio, en la jornada 9.
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Quien enciende alertas es Perez Zeledón, que en torneos anteriores tenía un cuadro competitivo, y forma parte de una organización de trayectoria. El equipo no solo falló en retener jugadoras que claudicaron al no percibir un mínimo para su mantenimiento personal, sino que fueron dramáticas las penurias sufridas por su cuerpo técnico.
El nivel de las “guerreras” no estuvo a la altura del equipo que fue en el pasado. Acabó la fase regular con gol diferencia de -55 y solo 3 puntos; lejos de su inmediato seguidor, Tsunami Azul, con -13 goles y 11 puntos.
¿Podrá revertir esa situación en lo deportivo y lo organizacional? El torneo necesita que ambas respuestas sean afirmativas.
Municipal Pococí (MPF) fue una agradable sorpresa. Muestra la continuidad del trabajo del profesor Jimmy Núñez, y el apoyo de una organización verdaderamente comprometida.
Ha sido un semillero de jugadoras que han pasado a otros equipos locales, del exterior, o en Selección Femenina. Aunque terminó en quinto lugar, durante muchas jornadas peleó por entrar a semifinales.
Saprissa FF fue noticia al inicio del torneo al reestructurar el equipo anterior, abriendo la puerta a jugadoras de alto rendimiento y prescindiendo de jugadoras consolidadas.
Una apuesta atrevida, quizás no por problemas presupuestarios, sino por visión de largo plazo. Lo cierto es que, pese a no llegar a la instancia final, descollaron jugadoras muy jóvenes (Alisha Lindo, por ejemplo, con 15 años). A la vuelta de la esquina lo podrían convertir en un conjunto robusto en todas sus líneas.
Si a ello se une el regreso de Katherine Alvarado, una referente del equipo y de la Selección Femenina, el grupo promete recoger frutos de esa estrategia para el próximo torneo.
Dimas Escazú ha tenido torneos destacados, seguidos de otros no tan buenos. O bien, ha tenido altibajos dentro de una misma competición. Este fue el caso. Se pertrechó de jugadoras legionarias, lo que significaba un importante bagaje de experiencia (María Fernanda Figueroa, Sofía Varela, Cristel Sandí, entre otras), que se unían a jugadoras locales reconocidas y otras más jóvenes.
Ese combinado presagiaba una pelea frontal por el campeonato. Lamentablemente, acercándose la fase final de clasificación, salieron algunas de las jugadoras mencionadas porque algo tuvo que pasar, y el grupo perdió fuelle en el peor momento.
Si bien su trabajo de fase inicial fue una reserva que impulsó su clasificación semifinales, estuvo lejos del cuadro que inició el torneo, no pudiendo avanzar a la final. Es un equipo que podría reconfigurarse para recuperar el nivel de sus mejores tiempos.
Sporting es una organización ejemplar que participa en todas las divisiones menores y hasta la máxima categoría de ambos géneros. En el torneo mayor femenino suele mantenerse en zona de clasificación de principio a fin, y ha disputado la final cuatro veces. También tiene su cuota de exportación de jugadoras, o que han trascendido a otras divisas y a Selección Nacional. Es el equipo que más batalla ha plantado a Alajuelense en los últimos años.
Sin duda, la ausencia de Cristin Granados ha sido sensible. También lo resintió la Selección Nacional y al concluir el Apertura 2024, anunció su retiro.
Lo de Liga Deportiva Alajuelense es épico. Ya marcaron una era, construyeron una leyenda, independientemente de que puedan, o no, revalidar su título una vez más.
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¿Cómo explicar el éxito del equipo femenino de Liga Deportiva Alajuelense? Así se titula aquel artículo de mi autoría publicado en nacion.com el 10 de setiembre de 2023, del que extraigo esta cita: “A lo largo de estos años muchas jugadoras han salido, pero las que llegan experimentan una adaptación inmediata a la filosofía de la casa, como si más que equipo fuese una cofradía”.
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Ningún equipo masculino o femenino había logrado siete campeonatos al hilo, algunos en forma invicta y cosechando en paralelo torneos internacionales. Junto con Sporting, son las dos organizaciones de fútbol femenino que más conviene estudiar, desentrañar y emular, en lo que aplique, en los restantes proyectos de fútbol femenino que pululan por el país.
En los últimos años, el fútbol femenino ha venido ganando adeptos. Más gente lo sigue en el estadio, en transmisiones radiales, televisivas, vía “streaming”, y también en canchas de torneos aficionados por todo el país.
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Muchas camisas de jugadoras y vallas de estadio ya exhiben patrocinadores exclusivos de futbol femenino. Es posible que en algunos casos se encuentren cerca de su autosuficiencia financiera; aunque en la mayoría falta camino por recorrer.
De la Unión Femenina de Fútbol (Uniffut) se espera mucho, como elemento catalizador de cambios. La enorme mayoría de jugadoras participan por amor. Ellas y sus familias soportan un alto sacrificio, pues las condiciones salariales son, en la generalidad, para sentarse en una piedra a llorar.
La brecha de género en materia de fútbol es, aún, vergonzosamente abismal. Se comprende que la solución no es rápida ni fácil, por intervenir variables comerciales y económicas. Pero por justicia y por este deporte que nos apasiona, es un asunto de urgente atención.
El autor es economista.
